7 Nadie ofrecerá una comida para consolar a quienes estén de luto por un muerto, ni siquiera por la muerte de una madre o de un padre. Nadie enviará una copa de vino para consolarlos.
7 Tampoco se repartirá pan en los velorios, ni se ofrecerá vino para consolar a los deudos. Nadie servirá a los hijos la copa del consuelo el día de la muerte de sus padres.
7 No se partirá el pan con el que está de luto, para consolarlo por un muerto, ni se le dará a beber la copa de la consolación por su padre o por su madre'.
Entonces fueron a visitarle todos sus hermanos, hermanas y amigos, y todos sus antiguos conocidos, y en su compañía celebraron un banquete en su casa. Le expresaron sus condolencias y le consolaron por todas las calamidades que el Señor le había enviado, y cada uno de ellos le dio una cantidad de dinero y un anillo de oro.
Dirigí luego mi atención a los actos de opresión que se cometen en este mundo. Vi que los oprimidos lloran, y no hay quien los consuele; sus opresores les hacen violencia, y no hay quien los consuele.
No lloréis por el rey Josías, no lloréis por su muerte; llorad más bien por su hijo Salum, que se va para no volver, que ya no verá más su tierra natal. Pues el Señor dice acerca de Salum, hijo de Josías, rey de Judá, que ocupó el trono después de su padre y que salió de este lugar: “No regresará,
Tiene su ropa llena de inmundicia; no pensó en las consecuencias. Es increíble cómo ha caído; no hay quien la consuele. ¡Mira, Señor, mi humillación y la altivez del enemigo!
Sufre en silencio y no guardes luto como se hace por los muertos. No andes con la cabeza descubierta ni vayas descalzo; no te cubras la cara en señal de dolor ni comas el pan que se come en tales casos.”
no beberán vino en honor del Señor ni le ofrecerán allí sus sacrificios. El pan que coman será como pan de duelo, y quienes lo coman quedarán impuros. Ellos se comerán ese pan, pero no podrán llevarlo al templo del Señor.
No he comido nada de ello mientras estuve de luto o en estado de impureza, ni lo he ofrecido a los muertos. Señor, mi Dios, te he obedecido y he cumplido todo lo que me has ordenado.