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Génesis 41:8 - Dios Habla Hoy Versión Española

8 Pero al día siguiente por la mañana estaba muy preocupado, y ordenó que vinieran todos los adivinos y sabios de Egipto. El faraón les contó sus sueños, pero ninguno de ellos pudo explicarle qué significaban.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 A la mañana siguiente, el faraón estaba muy perturbado por los sueños. Entonces llamó a todos los magos y a los sabios de Egipto. Cuando el faraón les contó sus sueños, ninguno de ellos pudo decirle lo que significaban.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Aquella mañana Faraón se levantó muy preocupado, y mandó llamar a todos los adivinos y sabios de Egipto. Les contó sus sueños, pero ninguno fue capaz de interpretarlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y sucedió que por la mañana, conturbado su espíritu, envió a llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios, y Faraón les contó su sueño. Pero no había quien los interpretara a Faraón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pero a la mañana siguiente su espíritu estaba inquieto y mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto. Faraón les refirió sus sueños; pero no hubo quien se los supiera interpretar al Faraón.

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Génesis 41:8
39 Referans Kwoze  

Por la mañana, cuando José fue a verlos, los encontró muy preocupados;


–Hemos tenido un sueño, y no hay quien nos lo interprete –contestaron ellos. –¿Acaso no es Dios quien da las interpretaciones? –preguntó José–. Vamos, contadme lo que habéis soñado.


Y el faraón le dijo: –He tenido un sueño y no hay quien lo interprete; pero he sabido que tú, si oyes un sueño, lo puedes interpretar.


Y estas espigas secas devoraron a las siete espigas hermosas. Yo he contado esto a los adivinos, pero ninguno de ellos ha podido explicarme su significado.”


y estas espigas secas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. El faraón se despertó, y se dio cuenta de que era un sueño.


El faraón, por su parte, mandó llamar a sus sabios y magos, los cuales, con sus artes mágicas, hicieron también lo mismo:


Pero los magos egipcios hicieron lo mismo por medio de sus artes mágicas, así que el faraón se puso terco y no hizo caso a Moisés y Aarón, tal como el Señor lo había dicho.


Sin embargo, los magos hicieron lo mismo por medio de sus artes mágicas, y también trajeron ranas sobre el territorio egipcio.


Los magos no pudieron hacer frente a Moisés, porque ellos, como todos los egipcios, estaban cubiertos de llagas.


Les haré perder la cabeza, haré fracasar sus planes. Entonces consultarán a los ídolos y a los brujos, a los espíritus de los muertos y a los adivinos.


Por eso, con prodigios y milagros dejaré otra vez maravillado a este pueblo. La sabiduría de sus sabios y la inteligencia de sus inteligentes desaparecerán.”


Sin duda la gente os dirá: “Consultad a los espíritus de los muertos y a esos adivinos que cuchichean y susurran. ¿Acaso no debe un pueblo consultar a sus dioses, y pedir consejo a los muertos acerca de los vivos


En todos los asuntos que requerían sabiduría e inteligencia, y sobre los cuales les preguntó el rey, los encontró diez veces más sabios que todos los magos y adivinos que había en su reino.


“Este es el sueño que yo, el rey Nabucodonosor, he tenido. Ahora, Beltsasar, dime su significado, pues ninguno de los sabios de mi reino lo ha entendido; pero tú podrás interpretarlo porque en ti está el espíritu del Dios santo.


“Entonces Daniel, al que llamaban Beltsasar, se quedó un momento pensativo, horrorizado por los pensamientos que le venían a la mente. Pero yo, el rey, le dije: ‘Beltsasar, no te preocupes por el sueño ni por su explicación.’ Y Beltsasar contestó: ‘¡Ay, que todo lo que el sueño significa caiga sobre los enemigos de Su Majestad!


pero una noche, estando acostado, tuve un sueño que me espantó, y pensamientos y visiones que me llenaron de terror.


Entonces ordené que vinieran a verme todos los sabios de Babilonia, para que me explicaran el significado del sueño.


Vinieron todos los magos, adivinos, sabios y astrólogos de Babilonia, y yo les conté el sueño, pero no pudieron decirme lo que significaba.


que en su reino hay un hombre guiado por el espíritu del Dios santo. Cuando el padre de Su Majestad era rey, ese hombre demostró tener una mente clara, e inteligencia y sabiduría como la de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, padre de Su Majestad, nombró a ese hombre jefe de todos los magos, adivinos, sabios y astrólogos de la nación,


“Aquí termina el relato. Yo, Daniel, me quedé muy preocupado y me puse pálido, pero no dije nada a nadie acerca de este asunto.”


“Yo, Daniel, sentí que me faltaban las fuerzas y estuve enfermo varios días. Después me levanté y seguí atendiendo los asuntos del gobierno de la nación. Pero estaba muy preocupado por la visión que había tenido, pues no podía comprenderla.


“No recurráis a espíritus y adivinos; no os hagáis impuros consultándolos. Yo soy el Señor vuestro Dios.


Y si alguien recurre a espíritus y adivinos, y se corrompe por seguirlos, yo me pondré en contra de esa persona y la eliminaré de entre su pueblo.


Al oir todo esto tuve miedo. Mis labios se pusieron a temblar, mis piernas dejaron de sostenerme y todo mi cuerpo perdió sus fuerzas. Aun así, esperaré tranquilo el día en que Dios ponga en angustia al ejército de nuestros opresores.


Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios de Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas,


También algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían: –¿De qué habla ese charlatán? Y otros: –Parece que es propagandista de dioses extranjeros. Decían esto porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección.


De ese modo, Moisés, instruido en la sabiduría de los egipcios, fue un hombre poderoso en palabras y en hechos.


Como dice la Escritura: “Destruiré la sabiduría de los sabios y rechazaré el entendimiento de los entendidos.”


Y convocaron los filisteos a los sacerdotes y adivinos para preguntarles: –¿Qué haremos con el arca del Señor? Decidnos cómo debemos devolverla a su lugar.


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