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Génesis 19:7 - Dios Habla Hoy Versión Española

7 les dijo: –Por favor, amigos míos, no vayáis a hacer una cosa tan perversa.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 —Por favor, hermanos míos —suplicó—, no hagan una cosa tan perversa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 y les dijo: 'Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 y exclamó: ¡Por favor, hermanos míos, no hagáis este mal!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Luego les dijo: 'Os ruego, hermanos míos, que no cometáis tal maldad.

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Génesis 19:7
13 Referans Kwoze  

Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de la ciudad de Sodoma rodearon la casa y, desde el más joven hasta el más viejo,


Entonces Lot salió a hablarles, y cerrando bien la puerta detrás de él


Yo tengo dos hijas que todavía no han estado con ningún hombre; voy a sacarlas para que hagáis con ellas lo que queráis, pero no les hagáis nada a estos hombres, porque son mis invitados.


“No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto infame.


“Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame.


“A partir de un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir,


Por lo cual, Dios los ha abandonado a sus impuros deseos, y unos con otros han cometido acciones vergonzosas.


“Ningún hombre ni mujer israelita se entregará a la prostitución practicada en cultos paganos.


Lo mismo que esos ángeles, también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas se entregaron a la inmoralidad sexual y se dejaron llevar por vicios contra naturaleza. Por eso sufrieron el castigo del fuego eterno y quedaron como una advertencia para todos.


Pero el dueño de la casa les rogó: –¡No, amigos míos, por favor! ¡No cometáis tal perversidad, pues este hombre es mi huésped!


Un día, Gáal, el hijo de Ébed, pasó con sus hermanos por Siquem, y se ganó la confianza de los de aquella ciudad,


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