Efesios 4:4 - Dios Habla Hoy Versión Española

⁴ Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como una sola es la esperanza a la que Dios os ha llamado.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también fuisteis llamados con una misma esperanza de vuestro llamamiento:

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ un solo cuerpo y un solo Espíritu, del mismo modo que fuisteis llamados a una sola esperanza de vuestra vocación.

Efesios 4:4 Referans Kwoze

Jeremías 14:8

Esperanza de Israel, salvador nuestro en tiempos difíciles, ¿por qué te portas como un extraño en el país, como un viajero que solamente se queda a pernoctar?

Jeremías 17:7

“Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza.

Mateo 28:19

Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Hechos 15:11

En realidad, nosotros creemos que somos salvados gratuitamente por la bondad del Señor Jesús, lo mismo que ellos.

Romanos 11:29

Pues lo que Dios da no lo quita, ni revoca su llamamiento.

1 Corintios 10:17

Uno solo es el pan, y nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo al compartir el mismo pan.

1 Corintios 12:20

pero lo cierto es que las partes son muchas, aunque el cuerpo solo es uno.

2 Corintios 11:4

Con gusto soportáis a cualquiera que os llega hablando de un Jesús diferente del que os hemos predicado, y aceptáis de buen grado un espíritu diferente del Espíritu que ya habéis recibido y un evangelio diferente del que ya habéis aceptado.

Efesios 1:18

Pido a Dios que ilumine vuestra mente para que sepáis cuál es la esperanza a la que habéis sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que pertenecen a su pueblo

Efesios 2:16

Por su muerte en la cruz, Cristo ha dado fin a las luchas entre ambos pueblos y los ha reconciliado con Dios, haciendo de ellos un solo cuerpo.

Efesios 2:18

Pues por medio de Cristo, unos y otros podemos acercarnos al Padre por un mismo Espíritu.

Efesios 2:22

Así también vosotros, unidos a Cristo, os unís todos unos a otros para llegar a ser por medio de su Espíritu un templo en el que Dios habita.

Efesios 4:1

Por esto, yo, preso por la causa del Señor, os ruego que os portéis como deben hacerlo quienes han sido llamados por Dios, como lo fuisteis vosotros.

Efesios 5:30

porque ella es su cuerpo. Y nosotros somos parte de ese cuerpo.

Colosenses 1:5

amor basado en la esperanza de lo que Dios os ha reservado en el cielo. Vosotros alcanzasteis esta esperanza al escuchar el mensaje verdadero del evangelio.

Colosenses 3:15

Y que la paz de Cristo dirija vuestros corazones, porque con este propósito os llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos.

2 Tesalonicenses 2:16

Que el mismo Señor Jesucristo, y Dios nuestro Padre, que en su bondad nos ha amado y nos ha dado consuelo eterno y una buena esperanza,

1 Timoteo 1:1

Pablo, apóstol de Jesucristo, enviado por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús, nuestra esperanza,

Tito 1:2

que está basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esta vida desde antes que el mundo existiera;

Tito 2:13

mientras esperamos el feliz cumplimiento de aquello que se nos ha prometido, el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

Tito 3:7

para que, hechos justos por su bondad, recibamos la vida eterna que esperamos.

1 Pedro 1:21

Por medio de Cristo, vosotros creéis en Dios, el cual le resucitó y le glorificó; así, vuestra fe y vuestra esperanza están puestas en Dios.

1 Juan 3:3

Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.