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Daniel 7:4 - Dios Habla Hoy Versión Española

4 El primero parecía un león, pero tenía alas de águila. Mientras yo lo estaba mirando, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo y lo apoyaron sobre sus patas traseras, poniéndolo de pie como un hombre, y su cerebro se convirtió en el de un ser humano.

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Biblia Reina Valera 1960

4 La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 La primera bestia era como un león con alas de águila. Mientras yo observaba, le fueron arrancadas las alas y quedó de pie en el suelo sobre sus dos patas traseras, como un ser humano; y se le dio una mente humana.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El primero se parecía a un león con alas de águila; mientras lo estaba mirando, le arrancaron sus alas, fue levantado de la tierra y se paró sobre sus patas como un hombre; le fue dado un corazón de hombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 La primera era como león, pero tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y ella fue alzada de la tierra, y puesta sobre sus pies, a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 La primera era semejante a un león y tenía alas de águila. Seguí observando, y de pronto vi que le arrancaron las alas, la levantaron de la tierra, se puso de pie sobre sus patas como un hombre y le dieron un corazón humano.

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Daniel 7:4
27 Referans Kwoze  

“Saúl y Jonatán, amados y queridos, ni en su vida ni en su muerte estuvieron separados. ¡Más veloces eran que las águilas! ¡Más fuertes que los leones!


¡cuánto menos el hombre, este gusano miserable!


Salió como un león de su guarida y el país de ellos quedó convertido en ruinas, pues se encendió la ira del Señor y envió una guerra terrible.


Mirad, el enemigo avanza como una nube, sus carros de guerra parecen un huracán, sus caballos son más ligeros que las águilas. ¡Ay de nosotros, estamos perdidos!


El león ya ha salido de su guarida; el que destruye las naciones está en marcha; ha salido de su patria para destruir tu país, para dejar desiertas y en ruinas tus ciudades.


El Señor dice: “El enemigo de Moab se lanza contra él como un águila con las alas extendidas.


Vendré repentinamente, como un león que sale de los matorrales del Jordán y se lanza a los lugares donde siempre hay pastos frescos, y haré huir de ahí a los de Edom, y haré que gobierne la persona que yo escoja. Pues ¿quién puede compararse a mí? ¿Quién puede desafiarme? ¿Qué pastor me puede hacer frente?


Más veloces que las águilas del cielo son nuestros perseguidores; nos persiguen por los montes, ¡nos ponen trampas en el desierto!


Diles: ‘Esto dice el Señor: Un águila enorme llegó al Líbano; sus alas eran grandes y de mucho alcance, cubiertas de plumas de muchos colores. Tomó la punta de un cedro,


“Tú, hombre, dile al rey de Tiro: ‘Esto dice el Señor: Tu corazón se llenó de orgullo, y te creíste un dios sentado en el trono de los dioses y rodeado por el mar. Pero tú no eres un dios, sino un hombre que cree tener la inteligencia de un dios.


¿Y seguirás creyendo que eres un dios, cuando estés ante tus verdugos? ¡En manos de los que te maten no serás más que un simple hombre!


y el dominio sobre todos los lugares habitados por hombres, animales y aves; él lo ha puesto todo bajo el poder de Su Majestad, que es la cabeza de oro.


“En aquel mismo momento recobré el juicio, el esplendor de mi reino, mi honor y mi grandeza. Mis consejeros y las altas personalidades de mi gobierno vinieron a buscarme, y me puse nuevamente al frente del gobierno de mi nación, llegando a tener un poder todavía mayor que el que había tenido antes.


También a los otros monstruos se les quitó el poder, pero los dejaron vivir hasta que les llegara su hora.


“El segundo parecía un oso, alzado más de un lado que de otro. Tenía tres costillas entre los dientes, y oí que le decían: ‘¡Anda, come toda la carne que puedas!’


¡Donde está el cadáver, allí se juntarán los buitres!


Desde el país más lejano del mundo, el Señor lanzará contra ti, con la rapidez de un águila en vuelo, una nación cuya lengua no entiendes,


Este monstruo que vi parecía un leopardo, tenía patas como de oso y boca como de león. El dragón le dio su poder y su trono, y mucha autoridad.


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