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Apocalipsis 4:6 - Dios Habla Hoy Versión Española

6 Delante del trono había algo parecido a un mar, transparente como el cristal. En el centro, donde estaba el trono, y a su alrededor, había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Delante del trono también había un mar de vidrio brillante, reluciente como el cristal. En el centro y alrededor del trono había cuatro seres vivientes, cada uno cubierto de ojos por delante y por detrás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Una pileta transparente como cristal se extiende delante del trono. Cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás, ocupan el espacio entre el trono y lo que hay a su alrededor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Delante del trono hay como un mar de vidrio, semejante al cristal;° y en medio del trono, alrededor del trono, cuatro seres vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Delante del trono hay como un mar transparente, semejante a cristal. Y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás.

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Apocalipsis 4:6
25 Referans Kwoze  

Hiram hizo después una enorme pila de bronce, para el agua. Era redonda, y medía cuatro metros y medio de un borde al otro. Su altura era de dos metros y veinticinco centímetros, y su circunferencia, de trece metros y medio.


Vale más que el oro y el cristal; no se puede cambiar por objetos de oro puro.


Con los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la tienda del encuentro, Besalel hizo la palangana de bronce y su base del mismo metal.


Su cuerpo, sus espaldas, sus manos y sus alas estaban llenos de reflejos por todas partes, lo mismo que las cuatro ruedas.


Cada ser alado tenía cuatro caras: la primera cara era de toro; la segunda, de hombre; la tercera, de león; la cuarta, de águila.


Cantaban un nuevo canto delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender aquel canto, sino solamente los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron salvados de entre los de la tierra.


Vi también lo que parecía ser un mar de cristal mezclado con fuego. En su orilla, con arpas que Dios les había dado, estaban aquellos que habían alcanzado la victoria sobre el monstruo y su imagen y sobre el número de su nombre.


Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena del terrible castigo que viene de Dios, el cual vive por todos los siglos.


Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron hasta el suelo y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Decían: “¡Amén! ¡Aleluya!”


La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo parecía el de una piedra preciosa, el de una piedra de jaspe, transparente como el cristal.


La muralla estaba construida con piedra de jaspe, y la ciudad era de oro puro, como vidrio pulido.


Las doce puertas eran doce perlas: cada puerta estaba hecha de una sola perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.


El ángel me mostró un río limpio, de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.


También vi alrededor del trono otros veinticuatro tronos, en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos que iban vestidos de blanco y llevaban una corona de oro en la cabeza.


Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Había millones y millones de ellos,


Los cuatro seres vivientes respondían: “¡Amén!” Y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas y adoraron.


Entonces, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, vi un Cordero. Estaba de pie, aunque mostraba señales de haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.


y en cuanto tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron de rodillas delante del Cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los que pertenecen al pueblo santo.


Luego vi cuando el Cordero rompía el primero de los siete sellos, y oí que uno de aquellos cuatro seres vivientes decía con voz que parecía un trueno: “¡Ven!”


Y en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: “Solo un kilo de trigo por el salario de un día y tres kilos de cebada por el salario de un día; pero no eches a perder el aceite ni el vino.”


Todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se inclinaron delante del trono hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron a Dios


porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios secará toda lágrima de sus ojos.”


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