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Apocalipsis 3:7 - Dios Habla Hoy Versión Española

7 “Escribe también al ángel de la iglesia de Filadelfia: ‘Esto dice el que es santo y verdadero, el que tiene la llave del rey David, el que cuando abre nadie puede cerrar y cuando cierra nadie puede abrir:

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia. Este es el mensaje de aquel que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Así habla el Santo, el Verdadero, el que guarda la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar, y si cierra, nadie puede abrir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David,° el que abre y ninguno cerrará, y que cierra y ninguno abre:°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Al ángel de la Iglesia de Filadelfia escribe: 'Esto dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre sin que nadie pueda cerrar, el que cierra sin que nadie pueda abrir:

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Apocalipsis 3:7
38 Referans Kwoze  

Si Dios viene, y arresta, y llama a juicio, ¿quién podrá impedírselo?


Lo que Dios destruye, nadie lo puede reconstruir; al que Dios encierra, nadie le puede liberar.


En sus hombros pondré la llave de la casa de David; nadie podrá cerrar lo que él abra ni abrir lo que él cierre.


Apartaos del camino, desviaos del sendero recto, no nos pongáis delante al Dios Santo de Israel.”


El Señor afirma: “Israel, pueblo de Jacob, por pequeño y débil que seas, no tengas miedo; yo te ayudo. Yo, el Dios Santo de Israel, soy tu redentor.


Los aventarás y el viento se los llevará; el huracán los dispersará. Entonces tú te alegrarás en el Señor; estarás orgulloso del Dios Santo de Israel.


para que todo el mundo vea y sepa, y ponga atención y entienda que yo, el Señor, he hecho esto con mi poder; que yo, el Dios Santo de Israel, lo he creado.”


Nuestro libertador, el Dios Santo de Israel, cuyo nombre es Señor todopoderoso, dice:


Así dice el Señor, tu redentor, el Dios Santo de Israel: “Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, y te guío por el camino que debes seguir.


El Señor, el redentor, el Dios Santo de Israel, dice al pueblo que ha sido totalmente despreciado, al que los otros pueblos aborrecen, al que ha sido esclavo de los tiranos: “Cuando los reyes y los príncipes te vean, se levantarán y se inclinarán delante de ti, porque yo, el Señor, el Dios Santo de Israel, te elegí y cumplo mis promesas.”


porque tu creador te tomará por esposa. Su nombre es Señor todopoderoso; tu redentor es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra.


Tú llamarás a pueblos desconocidos; pueblos que no te conocían irán corriendo a ti, porque yo, tu Señor, el Dios Santo de Israel, te he honrado.


Y se decían el uno al otro: “Santo, santo, santo es el Señor todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.”


Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo.


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.


–¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco. ¡Sé que eres el Santo de Dios!


Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David,


–¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco: ¡Sé que eres el Santo de Dios!


Jesús le contestó: –Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.


En vez de pedir la libertad de aquel que era santo y justo, pedisteis que se soltara a un criminal.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.


que me decía: “Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias de la provincia de Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.”


y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre. Yo tengo las llaves del reino de la muerte.


y también de parte de Jesucristo, testigo fiel, que fue el primero en resucitar y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra. Cristo nos ama y nos ha librado de nuestros pecados derramando su sangre,


Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero. Decían: “Grande y maravilloso es todo lo que has hecho, Señor, Dios todopoderoso; rectos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones.


Oí también que el del altar decía: “Sí, Señor, Dios todopoderoso, tú has juzgado con verdad y rectitud.”


Vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque con rectitud gobernaba y hacía la guerra.


porque juzga rectamente y con verdad; ha condenado a la gran prostituta que con su prostitución corrompía al mundo; ha vengado en ella la muerte de los siervos de Dios.”


“Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso: ‘Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda en medio de los siete candelabros de oro:


El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Y también dijo: “Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.”


“Escribe también al ángel de la iglesia de Laodicea: ‘Esto dice el Amén, el testigo fiel que dice la verdad, el origen de todo lo que Dios creó:


Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas, y estaba cubierto de ojos por fuera y por dentro. Y día y noche decían sin cesar: “¡Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era y es y ha de venir!”


Y cantaban este nuevo canto: “Tú eres digno de tomar el rollo y romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y derramando tu sangre redimiste para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación.


Decían con fuerte voz: “Soberano santo y fiel, ¿cuándo juzgarás a los habitantes de la tierra y vengarás nuestra muerte?”


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