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2 Samuel 22:3 - Dios Habla Hoy Versión Española

3 mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite, mi más alto refugio, mi salvador. ¡Me salvaste de la violencia!

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Biblia Reina Valera 1960

3 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. Él es mi refugio, mi salvador, el que me libra de la violencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El es mi roca, en él me refugio. Es mi escudo, mi salvación, mi ciudadela y mi refugio: mi salvador me salva de la violencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Dios es mi Roca, en Él me refugiaré; Mi escudo, y el cuerno de mi salvación, Mi alto refugio, y mi Salvador. De la violencia me libraste.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 mi roca, mi torreón y mi refugio, él es mi escudo y mi fuerza salvadora, mi Dios y el fortín a que me acojo, mi escudo, mi defensa y mi castillo.

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2 Samuel 22:3
52 Referans Kwoze  

Después de esto, el Señor habló a Abram en una visión y le dijo: –No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande.


“El camino de Dios es perfecto; la promesa del Señor es digna de confianza. ¡Dios protege a todos los que en él confían!


“¡Viva el Señor! ¡Bendito sea mi protector! ¡Sea enaltecido Dios, que me salva y me protege!


Él me libra de mis enemigos, de los rebeldes que se alzaron contra mí. ¡Tú, Señor, me salvas de los hombres violentos!


Concedes grandes victorias al rey que has escogido; siempre tratas con amor a David y a su descendencia.”


El Dios de Israel ha hablado; el Protector de Israel me ha dicho: ‘El que gobierne a los hombres con justicia, el que gobierne en el temor de Dios,


Pero tú, Señor, eres mi escudo protector, eres mi gloria, eres quien me reanima.


pues tú, Señor, bendices al que es fiel; tu bondad lo rodea como un escudo.


Mi canto es al Señor, que es mi fuerza y salvación. Él es mi Dios, y he de alabarle; es el Dios de mi padre, y he de enaltecerle.


El nombre del Señor es una torre poderosa a la que acuden los justos en busca de protección.


El Señor protege a los que en él confían; todas sus promesas son dignas de confianza.


Dios es quien me salva; tengo confianza, no temo. El Señor es mi refugio y mi fuerza, él es mi salvador.”


Cada uno de ellos será como refugio contra el viento y protección contra la tempestad, como canales de riego en tierra seca, como la sombra de una gran roca en el desierto.


Hablad y presentad vuestras pruebas; consultad, si queréis, unos con otros: ¿Quién predijo estas cosas desde el principio? ¿Quién las anunció desde hace tiempo? ¿No fui acaso yo, el Señor? Y no hay Dios fuera de mí. Fuera de mí no hay Dios victorioso y salvador.


Señor, fuerza y protección mía, mi refugio en el momento de peligro; a ti vendrán las naciones desde el extremo de la tierra, y te dirán: “Tan sólo dioses falsos, inútiles y sin poder recibieron nuestros padres como herencia.


Porque yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, declaro: Yo haré que terminen en este país los cantos de fiesta y alegría, y los cantos de bodas. Esto pasará en vuestros propios días y vosotros mismos lo veréis.


Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,


Nos ha enviado un poderoso salvador, un descendiente de David, su siervo.


que nos salvaría de nuestros enemigos y de todos los que nos odian,


Entonces dirá: ‘¿Dónde están sus dioses, esos protectores en los que confiaban,


Él es nuestro protector, sus obras son perfectas, sus acciones son justas. Es el Dios de la verdad, en él no hay injusticia. ¡Él es justo y verdadero!


Dichoso tú, Israel, ¿quién se te puede comparar? El Señor mismo te ha salvado; él te protege y te ayuda, ¡él es tu espada victoriosa! Tus enemigos se rendirán ante ti y tú aplastarás su orgullo.”


Pero Dios nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad,


y por medio de nuestro Salvador Jesucristo nos ha dado el Espíritu Santo en abundancia,


También dice: “En él pondré mi esperanza.” Y dice otra vez: “Aquí estoy, con los hijos que Dios me dio.”


Ana oró de esta manera: “Señor, yo me alegro en ti de corazón, porque me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos, porque me has ayudado. ¡Estoy alegre!


¡Nadie es santo como tú, Señor! ¡Nadie protege como tú, Dios nuestro! ¡Nadie hay fuera de ti!


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