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2 Samuel 16:22 - Dios Habla Hoy Versión Española

22 Entonces pusieron para Absalón una tienda de campaña sobre la azotea, y allí se acostó Absalón con las concubinas de su padre, a la vista de todos los israelitas;

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Biblia Reina Valera 1960

22 Entonces pusieron para Absalón una tienda sobre el terrado, y se llegó Absalón a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Entonces levantaron una carpa en la azotea del palacio para que todos pudieran verla, y Absalón entró y tuvo sexo con las concubinas de su padre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Instalaron, pues, una tienda en la terraza del palacio y ante los ojos de todo Israel Absalón se unió a las concubinas de su padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Así, extendieron para Absalón una tienda sobre el terrado, y Absalón se llegó a las concubinas de su padre a ojos de todo Israel.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Levantaron, pues, una tienda para Absalón en la azotea, y Absalón entró a las concubinas de su padre a la vista de todo Israel.

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2 Samuel 16:22
11 Referans Kwoze  

Estando ya establecido Israel en aquel lugar, Rubén fue y se acostó con Bilhá, que era concubina de su padre. Cuando este lo supo, se enojó muchísimo. Los hijos de Jacob fueron doce.


Un día, al atardecer, se levantó David de la cama, y se paseaba por la azotea del palacio real cuando vio a una mujer muy hermosa que se estaba bañando, acabando de purificarse de su periodo de menstruación. David mandó que se averiguase quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.


Así pues, el rey salió acompañado de toda la casa real, dejando solo a diez de sus concubinas para que cuidaran del palacio.


Cuando David regresó a su palacio, en Jerusalén, tomó a las diez concubinas que había dejado cuidando el palacio y las metió en una casa, bajo vigilancia. Allí siguió atendiéndolas, pero no volvió a tener relaciones sexuales con ellas. Así que se quedaron encerradas, viviendo como viudas hasta el día de su muerte.


Su mismo descaro los acusa; no ocultan sus pecados; igual que Sodoma, los hacen saber a todo el mundo. ¡Ay de ellos, pues preparan su propio castigo!


Por eso han faltado las lluvias en invierno y primavera. Tienes el descaro de una prostituta; ¡debería darte vergüenza!


¡Debería darles vergüenza hacer esas cosas que no soporto! Pero no, no sienten vergüenza, ¡ya ni saben lo que es avergonzarse! Por eso, cuando yo los castigue, tropezarán y caerán como los otros. Yo, el Señor, lo digo.’ ”


La ciudad está llena de la sangre derramada, derramada no sobre la tierra para que el polvo la cubra, sino sobre la roca desnuda.


Pero un israelita llevó a su casa a una mujer madianita, a la vista de Moisés y de todos los israelitas reunidos, mientras ellos se encontraban llorando a la entrada de la tienda del encuentro.


y acabarán por ser destruidos. Su dios son sus propios apetitos, y se sienten orgullosos de aquello que debería darles vergüenza. Solo piensan en las cosas de este mundo.


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