Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 7:7 - Dios Habla Hoy Versión Española

7 y no solo con su llegada sino también con los ánimos que traía a causa vuestra. Nos habló de lo mucho que deseáis vernos y de vuestra tristeza y preocupación por mí. Todo ello aumentó mi alegría.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 y no solo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aún más.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Su presencia fue una alegría, igual que la noticia que nos trajo del ánimo que él recibió de ustedes. Cuando nos dijo cuánto anhelan verme y cuánto sienten lo que sucedió y lo leales que me son, ¡me llené de alegría!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 No solamente porque ya lo tenía a mi lado, sino también porque ustedes le habían dado una excelente acogida. Me comentó que ustedes me echaban de menos, que lamentaban lo ocurrido y que estaban muy preocupados por mí, con lo cual me alegré mucho.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y no sólo con su venida, sino también con la consolación con la cual fue consolado respecto a vosotros, informándonos de vuestro anhelo, de vuestro llanto y de vuestro celo por mí, de manera que aún me regocijé más.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido entre vosotros. Él nos ha contado vuestro ardiente afecto, vuestro pesar y vuestra preocupación por mí, y esto me dio aún más alegría.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 7:7
34 Referans Kwoze  

y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: ‘Antes que cante el gallo me negarás tres veces.’ Y salió Pedro de allí y lloró amargamente.


“Dichosos los que sufren, porque serán consolados.


En medio de un gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía al suelo como grandes gotas de sangre.]


Al llegar, Bernabé vio cómo Dios los había bendecido, y se alegró mucho. Animó a todos a que con corazón firme siguieran fieles al Señor.


es decir, para que nos animemos unos a otros con esta fe que vosotros y yo tenemos.


¡Y estáis tan llenos de orgullo, cuando deberíais estar llenos de tristeza! El hombre que vive en semejante situación debe ser expulsado de entre vosotros.


como ya lo habéis entendido en parte, que cuando regrese nuestro Señor Jesús os sentiréis orgullosos de nosotros, como también nosotros nos sentiremos orgullosos de vosotros.


Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que también nosotros podamos consolar a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado.


Ya antes os escribí sobre este asunto, precisamente para probaros y saber si estáis dispuestos a seguir mis instrucciones.


De modo que suspiramos mientras vivimos en esta casa actual, pues quisiéramos mudarnos ya a nuestra casa celestial,


Pero Dios, que anima a los desanimados, nos animó con la llegada de Tito,


Aunque la carta que os escribí os entristeció, ahora no lo lamento. Si antes lo lamenté viendo que aquella carta os había entristecido por un poco de tiempo,


Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por vosotros.


Espero firmemente que Dios no me dejará quedar mal, sino que podré hablar con confianza delante de todos y, ahora como siempre, tanto si estoy vivo como si estoy muerto, Dios mostrará en mí, cada vez más, la grandeza de Cristo.


Pues aunque personalmente no estoy presente entre vosotros, lo estoy en espíritu, y me alegra ver que tenéis orden y que permanecéis firmes en vuestra fe en Cristo.


Ahora Timoteo ha vuelto de Tesalónica trayéndonos buenas noticias de vuestra fe y amor. Dice que siempre nos recordáis con cariño y que tenéis tantos deseos de vernos como nosotros de veros a vosotros.


El saber que estáis firmes en el Señor nos reaviva.


Por esta causa debemos prestar mucha más atención al mensaje que hemos oído, para no apartarnos del camino.


El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio.


Me he alegrado mucho de encontrar a algunos de los vuestros viviendo de acuerdo con la verdad, como el Padre nos ha mandado.


Queridos hermanos, he sentido grandes deseos de escribiros acerca de la salvación que tanto vosotros como yo tenemos; y ahora me veo en la necesidad de hacerlo para rogaros que luchéis por la fe entregada un día al pueblo santo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite