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2 Corintios 7:4 - Dios Habla Hoy Versión Española

4 Tengo mucha franqueza para hablaros y me siento muy orgulloso de vosotros. En medio de todo lo que sufrimos me encuentro muy animado y lleno de gozo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Tienen toda mi confianza, y estoy muy orgulloso de ustedes. Me han alentado en gran manera y me han hecho feliz a pesar de todas nuestras dificultades.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Yo sé que puedo contar con ustedes, y estoy realmente orgulloso de ustedes; esto me conforta y me llena de alegría en todas estas amarguras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Tengo° mucha franqueza con vosotros; tengo mucho motivo de gloria acerca de vosotros; estoy lleno de consolación, sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Grande es mi franqueza para con vosotros; muy orgulloso de vosotros estoy; lleno estoy de consuelo y en toda clase de tribulación nuestra la alegría me desborda.

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2 Corintios 7:4
27 Referans Kwoze  

Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios los había considerado dignos de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús.


Y no solo esto, sino que incluso nos gloriamos de los sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento da firmeza para soportar,


Siempre doy gracias a Dios por vosotros, por la gracia que Dios os ha dispensado por medio de Cristo Jesús.


como ya lo habéis entendido en parte, que cuando regrese nuestro Señor Jesús os sentiréis orgullosos de nosotros, como también nosotros nos sentiremos orgullosos de vosotros.


Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que también nosotros podamos consolar a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado.


Y aunque yo insista un poco más de la cuenta en nuestra autoridad, no tengo por qué avergonzarme, pues el Señor nos dio la autoridad para haceros crecer espiritualmente y no para destruiros.


Aunque me avergüenza decirlo, ¡nosotros fuimos demasiado débiles para portarnos así! Pero si los otros se atreven a jactarse, también yo me atreveré (digo esto como una locura).


Gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo, y que por medio de nosotros da a conocer su mensaje, esparciéndolo por todas partes como un aroma agradable.


Precisamente porque tenemos esta esperanza, hablamos con toda libertad.


Yo le había dicho a Tito que me sentía orgulloso de vosotros, y no he quedado mal. Al contrario, así como es verdad cuanto os hemos dicho a vosotros, también es verdad lo que le dijimos a Tito: que estamos orgullosos de vosotros.


Y para que las iglesias lo sepan, demostradles que verdaderamente los amáis y que tenemos razón para estar orgullosos de vosotros.


Y al verme preso, la mayoría de los hermanos se ha animado a anunciar el mensaje, sin miedo y con más confianza en el Señor.


Espero firmemente que Dios no me dejará quedar mal, sino que podré hablar con confianza delante de todos y, ahora como siempre, tanto si estoy vivo como si estoy muerto, Dios mostrará en mí, cada vez más, la grandeza de Cristo.


Así me tendréis otra vez entre vosotros como un motivo de satisfacción en Cristo Jesús.


Y aunque mi propia vida sea sacrificada para completar la ofrenda que hacéis a Dios por vuestra fe, yo me alegro y comparto esa alegría con todos vosotros.


Ahora me alegro de lo que sufro por vosotros, porque de esta manera voy completando en mi propio cuerpo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la iglesia, que es su cuerpo.


Pues ¿cuál es nuestra esperanza, nuestra alegría y la razón de que nos sintamos orgullosos? ¡Vosotros mismos lo seréis cuando regrese nuestro Señor Jesucristo!


Aunque, como también sabéis, antes habíamos sido insultados y maltratados en Filipos, Dios nos ayudó a anunciaros su evangelio con todo valor y en medio de una fuerte lucha.


Por eso hablamos de vosotros con satisfacción en las iglesias de Dios, por la fortaleza y la fe que mostráis en medio de todas las persecuciones y aflicciones que sufrís.


Estoy muy contento y animado por tu amor, ya que, gracias a ti, hermano, el corazón de los que pertenecen al pueblo santo ha sido consolado.


Hermanos míos, debéis teneros por muy dichosos cuando os veáis sometidos a cualquier clase de pruebas.


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