Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 3:1 - Dios Habla Hoy Versión Española

1 Cuando decimos esto, ¿os parece que estamos empezando de nuevo a alabarnos? ¿O acaso tendremos que presentarnos ante vosotros con cartas de recomendación, como hacen algunos, o incluso pedíroslas a vosotros?

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¿Otra vez comenzamos a elogiarnos a nosotros mismos? ¿Acaso somos como otros, que necesitan llevarles cartas de recomendación o que les piden que se escriban tales cartas en nombre de ellos? ¡Por supuesto que no!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Pero ¿voy a recomendarme otra vez? ¿Debería acaso llevar cartas de recomendación de ustedes o para ustedes, como hacen otros?

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso tenemos necesidad, como algunos, de epístolas de recomendación para vosotros, o de° vosotros?

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¿Comenzamos de nuevo a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O quizá necesitamos, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros o de vuestra parte?

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 3:1
13 Referans Kwoze  

Cuando Apolos quiso pasar a la región de Acaya, los hermanos le dieron su apoyo, y escribieron una carta a los creyentes de aquella región para que le recibieran bien. Al llegar a Acaya ayudó mucho a los que, por la bondad de Dios, habían creído;


Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que es diaconisa de la iglesia de Cencreas.


Yo, por mi parte, procuro agradar a todos en todo, sin buscar mi propio bien sino el de los demás, para que alcancen la salvación.


Cuando llegue daré cartas de recomendación a las personas que hayáis escogido, y las mandaré a Jerusalén para que lleven vuestra colecta.


Yo soy el maestro albañil al que Dios permitió poner los fundamentos, y otro es el que está construyendo sobre ellos. Pero cada uno debe tener cuidado de cómo construye,


pues aunque tengáis diez mil instructores que os hablen de Cristo, padres no tenéis muchos. Padre vuestro en cuanto a la fe en Cristo Jesús lo soy yo, porque yo soy quien os ha anunciado el evangelio.


Ciertamente, no nos atrevemos a igualarnos o a compararnos con esos que se alaban a sí mismos. Pero ellos cometen una tontería al medirse con su propia medida y al compararse unos con otros.


Porque el hombre digno de aprobación no es el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba.


Y aunque yo insista un poco más de la cuenta en nuestra autoridad, no tengo por qué avergonzarme, pues el Señor nos dio la autoridad para haceros crecer espiritualmente y no para destruiros.


Me he portado como un loco, pero vosotros me habéis obligado a hacerlo. Porque vosotros sois quienes debíais hablar bien de mí, pues en nada valgo menos que esos superapóstoles a quienes seguís. ¡Y eso que no valgo nada!


Tal vez penséis que nos estamos disculpando ante vosotros, pero no es así. Al contrario, estamos hablando en presencia de Dios y como quienes pertenecen a Cristo. Y todo esto, queridos hermanos, es para vuestra edificación espiritual.


Nosotros no andamos negociando con el mensaje de Dios, como hacen muchos. Al contrario, hablamos con sinceridad delante de Dios, como enviados suyos que somos y por nuestra unión con Cristo.


No es que hayamos comenzado otra vez a alabarnos a nosotros mismos, sino que os estamos dando una oportunidad de sentiros orgullosos de nosotros, para que podáis contestar a quienes presumen de las apariencias y no de lo que hay en el corazón.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite