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Sofonías 3:5 - Biblia Castilian 2003

5 En ella está Yahveh, que es justo, no comete iniquidad; ma ana tras ma ana pronuncia sus sentencias, cuando amanece nunca falta; pero el malvado no conoce la vergüenza.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Pero el Señor todavía está en la ciudad, y él no hace nada malo. Día tras día emite justicia; él nunca falla. Pero los perversos no conocen la vergüenza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Sin embargo, en su interior está Yavé, el Justo, el que cada mañana dicta sus sentencias. El es fiel como la salida del sol, y nunca comete injusticia. Pero el injusto ni siquiera se siente avergonzado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 YHVH, que es justo en medio de ella, no cometerá injusticia. Cada mañana saca a luz su justicia, nunca falta; pero el malvado no conoce la vergüenza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 En ella está Yahveh, que es justo, no comete iniquidad; mañana tras mañana pronuncia sus sentencias, cuando amanece nunca falta; pero el malvado no conoce la vergüenza.

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Sofonías 3:5
41 Referans Kwoze  

Lejos de ti tal cosa. Lejos de ti hacer morir al justo con el pecador, y que tenga el justo el mismo trato que el imp o. ¿No hará justicia el juez de toda la tierra?'.


¡Escuchadme, pues, sensatos! Lejos de Dios está la maldad; lejos de Sadday, la injusticia.


para que lo examines cada ma ana y a cada momento lo estés espiando?


¿Puede Dios pervertir el derecho, ni puede Sadday desviar la justicia?


El Se or es justiciero en todos sus caminos, y en todas sus acciones, compasivo;


Él pondrá en plena luz tu causa justa y en claror de mediod a, tus derechos: Dálet


Aún en la vejez darán cosecha, conservarán su savia y su frescor,


Exulta y grita jubilosa, población de Sión; que es grande en medio de ti el Santo de Israel'.


Cada vez que pase os arrastrará, pues ma ana tras ma ana pasará, de d a y de noche. Entonces resultará espantoso tan sólo o r el mensaje.


Yahveh, ten piedad de nosotros, en ti esperamos; sé nuestro brazo cada ma ana, nuestra salvación en tiempo de angustia.


¡Anunciad y proponed! ¡Que unos a otros se aconsejen! ¿Quién declaró esto desde anta o o lo anunció desde hace tiempo? ¿No he sido yo, Yahveh? Pues no hay más dioses que yo. No existe fuera de m un dios justo y salvador.


El Se or Yahveh me ha dado lengua de disc pulos, para que sepa sostener al cansado con una palabra. Él me despierta ma ana tras ma ana, para que escuche como los disc pulos.


Casa de David, as dice Yahveh: Juzgad cada ma ana las causas y librad al oprimido de la mano del opresor, no sea que se desfogue como fuego mi furor y queme, sin que haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras.


Por eso quedaron bloqueados los chubascos y no hubo lluvia en primavera. Pero tú tienes cara de ramera, no quieres avergonzarte.


Deber an avergonzarse de sus abominaciones. Pero no sólo no se avergüenzan, sino que ni siquiera saben lo que es ruborizarse. Por eso caerán entre los que caigan, el d a en que yo los visite se desplomarán.


Deber an avergonzarse de sus abominaciones. Pero no sólo no se avergüenzan, sino que ni siquiera saben lo que es ruborizarse. Por eso caerán entre los que caigan, el d a en que yo los visite se desplomarán - dice Yahveh -.


nuevas son cada ma ana. ¡Grande es tu fidelidad!


'Vosotros dec s: '¡No es recto el proceder del Se or!'. Escucha, pues, casa de Israel: ¿no es recto mi proceder? ¿No es, por el contrario, vuestro proceder el que no es recto?


Per metro: dieciocho mil codos. Desde aquel d a, el nombre de la ciudad será 'Yahveh está all '.'


Efra n, ¿qué tiene ya que ver con los dolos? Yo lo escucho y lo protejo. Soy como un ciprés siempre verde; gracias a m se hallará fruto en ti.


Por eso los her por medio de los profetas, los maté con las palabras de mi boca, y mi juicio apareció como la luz.


Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes ense an por lucro, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Yahveh, diciendo: '¿No está Yahveh entre nosotros? ¡No nos sucederá nada malo!'.


Soportaré la ira de Yahveh, pues pequé contra Él, hasta que juzgue mi causa y falle mi juicio. Luego me sacará a la luz y veré su justicia.


¿Por qué me muestras la iniquidad y me descubres la desgracia? Me pones delante pillaje y violencia; surgen disputas y discordias.


¡Reun os, congregaos, gente desvergonzada!,


El resto de Israel no cometerá ya iniquidad, ni dirá mentiras, ni tendrá en su boca una lengua mendaz. Se apacentarán y descansarán, sin que nadie los inquiete.


Yahveh ha retirado la sentencia contra ti, ha expulsado a tus enemigos. Yahveh, rey de Israel, está contigo, ya no tienes que temer mal alguno.


Yahveh, tu Dios, está contigo. ¡Es un héroe que salva! Se gozará en ti con alegr a, te renovará con su amor, dará gritos de júbilo por ti


Después alcé mis ojos y tuve una visión: vi un hombre que ten a en su mano una cuerda de medir.


Salta de gozo, hija de Sión, da gritos de júbilo, hija de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a ti: es justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de un asna.


Pues nada hay oculto que no se descubra, y nada secreto que no se conozca.


Pero, por tu dureza y tu impenitente corazón, estás acumulando ira para el d a de la ira, cuando se revele el justo juicio de Dios,


en el tiempo de la paciencia divina, y a fin de mostrar esta misma justicia en el tiempo presente, para ser él justo y el que justifica a quien tiene fe en Jesús.


As, pues, no juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Se or. Él iluminará lo que las tinieblas ocultan y pondrá al descubierto los designios del corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merece.


En tu equipo llevarás una estaca; y cuando hayas de agacharte allá fuera, cavarás con ella un hoyo, y después te volverás y cubrirás tus excrementos.


Él es la Roca; sus obras son perfectas, y justos todos sus caminos. Es Dios de lealtad y no de iniquidad; es justo y recto.


Y si invocáis como Padre al que juzga imparcialmente a cada uno según sus obras, conduc os con temor en el tiempo de vuestra peregrinación,


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