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Salmos 48:2 - Biblia Castilian 2003

2 Grande es el Se or y digno de alabanzas en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Es alto y magnífico; ¡toda la tierra se alegra al verlo! ¡El monte Sion, el monte santo, es la ciudad del gran Rey!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 de hermosa altivez, alegría de toda la tierra. ¡Monte Sión, morada divina, ciudad del Gran Rey!

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Hermosa elevación, gozo de toda la tierra; Monte Sión, vórtice del Aquilón,° Ciudad del gran Rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Grande es el Señor y digno de alabanzas en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo.

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Salmos 48:2
21 Referans Kwoze  

Bendito desde Sión sea el Se or, el que en Jerusalén mora. Aleluya.


Desde Sión, corona de beldad, se manifiesta,


En Judá el Se or es celebrado y su renombre es grande en Israel.


Con honor se habla de ti, ciudad de Dios. Selah


Exaltad al Se or y nuestro Dios, postraos ante su monta a santa, pues santo es el Se or y nuestro Dios.


Tú que dec as en tu corazón: 'Subiré a los cielos, por encima de los astros de Dios elevaré mi trono; me sentaré en el Monte de la Asamblea, en el l mite extremo del norte.


Sucederá al fin de los d as que la monta a del templo de Yahveh estará asentada en la cumbre de los montes y se elevará por encima de los collados. Afluirán a ella todas las naciones,


Caminarán hacia ti encorvados los hijos de tus opresores, se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán ciudad de Yahveh, Sión del Santo de Israel.


Alegraos con Jerusalén y exultad por ella, todos los que la amáis; alegraos por ella, gozosos, todos los que por ella hicisteis duelo;


Yo hab a pensado: Te pondré entre los hijos y te daré un pa s delicioso, la herencia más preciosa de las naciones. Y me dec a: me llamarás 'Padre m o', y de mi seguimiento no te apartarás.


Contra ti batieron palmas Sámek cuantos pasaban por el camino; silbaron y movieron la cabeza contra la hija de Jerusalén: '¿Es ésta la ciudad que llamaban primor de hermosura, delicia de toda la tierra?'.


Aquel d a, con la mano en alto les juré sacarlos del pa s de Egipto hacia una tierra que yo mismo hab a explorado, un pa s que mana leche y miel, el más espléndido de todos los pa ses.


'El que avanza contra él actuará a su capricho, y no habrá quien se le oponga. Se establecerá en la tierra de la Magnificencia llevando la destrucción en su mano.


Instalará las tiendas de su campamento real entre el mar y el monte de la santa Magnificencia. Pero se acerca su fin y no habrá nadie que le ayude.'


De uno de ellos salió un cuerno peque o, que creció mucho hacia el sur, hacia el oriente y hacia el pa s de la Magnificencia.


Maldito el fraudulento que, teniendo en su reba o un macho sano, ofrecido en voto, sacrifica al Se or bestia lisiada. Yo soy el gran rey - dice Yahveh Sebaot -, y mi nombre es respetado en las naciones.


Entonces las naciones todas os llamarán dichosos, porque seréis un pa s de delicias - dice Yahveh Sebaot -.


ni por la tierra, porque es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey;


Pero vosotros os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén de arriba, a millares de ángeles, a una reunión plena,


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