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Salmos 42:2 - Biblia Castilian 2003

2 Como anhela la cierva al lado del torrente, as te anhela a ti, oh Dios, el alma m a.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Tengo sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Sediento estoy de Dios, del Dios de vida; ¿cuándo iré a contemplar el rostro del Señor?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo entraré y veré° el rostro de Dios?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Como anhela la cierva al lado del torrente, así te anhela a ti, oh Dios, el alma mía.

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Salmos 42:2
20 Referans Kwoze  

¡Ojalá supiera yo encontrarle, llegar hasta su trono!


Una cosa yo pido del Se or, una cosa suplico: habitar en la casa del Se or, todos los d as de mi vida, para contemplar la belleza del Se or al visitar su templo.


Entonces entraré hasta el altar de Dios, del Dios que produce mi alegr a. Te alabaré con arpa oh Se or y mi Dios.


Salmo. De David. Estando en el desierto de Judá.


Una vez que te he visto en el santuario, que he contemplado tu fuerza y tu esplendor


Mira, oh Dios, nuestro escudo, mira la faz de tu ungido.


Cuán amable es tu morada, Se or de los ejércitos.


Aun los pájaros hallan una casa, la golondrina un nido, donde poner sus polluelos: en torno a tus altares, Se or de los ejércitos, tú, mi rey y mi Dios.


Al pasar por el valle de los bálsamos, lo tornan manantial, y la lluvia primera lo viste de sus dádivas.


Tres veces al a o comparecerán todos los varones ante el Se or Yahveh.


S, en la vereda de tus juicios te esperamos, Yahveh; tu nombre y tu recuerdo son el anhelo del alma.


Yahveh es el Dios verdadero, el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su ira tiembla la tierra, y las naciones no soportan su furor.


pues dos males hizo mi pueblo: me abandonaron a m, fuente de aguas vivas, y se excavaron cisternas, cisternas agrietadas, que no retienen el agua.


Después el rey Dar o escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: '¡Que vuestra paz sea grande!


Porque del mismo modo que el Padre posee vida por s mismo, as también concedió al Hijo el poseerla por s mismo.


El último d a de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto de pie, exclamó con voz fuerte: 'Quien tenga sed venga a m y beba.


pues ellos mismos, hablando de nosotros, cuentan los detalles de la visita que os hicimos y cómo, abandonando los dolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,


Y a adió: 'En esto reconoceréis que el Dios vivo está en medio de vosotros y que arrojará de delante de vosotros a los cananeos, los hititas, los jiveos, los perizeos, los guirgaseos, los amorreos y los jebuseos.


Me mostró luego un r o de agua de vida, resplandeciente como cristal, que sale del trono de Dios y del Cordero.


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