Salmos 142:4 - Biblia Castilian 2003

⁴ Aun si el ánimo me falta, tú conoces mi senda. En el camino por donde voy me tienden ocultas trampas.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Busco a alguien que venga a ayudarme, ¡pero a nadie se le ocurre hacerlo! Nadie me ayudará; a nadie le importa un bledo lo que me pasa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Dirige a la derecha tu mirada y ve cómo ninguno me conoce. Lejos de mí está cualquier refugio, nadie se preocupa de mi vida.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Mira a mi diestra y observa, que no hay quien me reconozca. No tengo refugio ni hay quien pregunte por mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Aun si el ánimo me falta, tú conoces mi senda. En el camino por donde voy me tienden ocultas trampas.

Salmos 142:4 Referans Kwoze

Job 11:20

Los malvados, no: sus ojos se apagan, no tienen ninguna escapatoria ni otra esperanza que morir'.

Salmos 1:6

pues conoce el Se or el camino del justo, mientras va a la perdición la senda del imp o.

Salmos 140:6

Insolentes, me ocultan cepo y cuerdas, tienden redes al lado del camino, me ponen asechanzas. Selah

Salmos 141:9

Presérvame del lazo que me tienden, de la intriga del fautor de iniquidad.

Salmos 143:4

El aliento se extingue en mi interior, mi corazón en mi pecho se estremece.

Salmos 31:11

Mi vida se desgasta entre congojas, mis a os en gemidos; mi fuerza se disipa en la aflicción, mis huesos se consumen.

Salmos 69:20

Tú conoces mi oprobio, mi vejación y mis afrentas, todos mis perseguidores están ante tu vista.

Salmos 88:18

como aguas me rodean todo el d a, me asaltan todos a la vez.

Salmos 88:8

sobre m pesa tu enojo y con toda aflicción me has humillado. Selah

Jeremías 18:22

¡Que se oiga un clamor desde sus casas cuando les traigas bandidos de repente! Pues cavaron una fosa para cazarme y pusieron trampas ocultas a mis pies.

Jeremías 25:35

Se acabó la huida de los pastores, la fuga de los mayorales del reba o.

Jeremías 30:17

Pero voy a hacer cicatrizar tu herida y voy a curarte de tus llagas - oráculo de Yahveh -, porque te llamaron 'La Desechada', Sión, la que no tiene quien la cuide.

Jonás 2:8

Cuando en m desfallec a mi alma, me acordé de Yahveh y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.

Mateo 26:56

Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas'. Y, en aquel momento, todos los disc pulos lo abandonaron y huyeron.

2 Timoteo 4:16

En la primera vista de mi causa nadie se presentó a favor m o, sino que todos me abandonaron. ¡Que no se les tome en cuenta!

1 Samuel 27:1

Pero David se dijo en sus adentros: 'Algún d a voy a perecer a manos de Saúl. Nada mejor para m que escaparme a tierra de los filisteos, para que as Saúl desista de volver en mi busca por todo el territorio de Israel. As me libraré de sus manos'.