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Salmos 13:4 - Biblia Castilian 2003

4 Observa tú y atiéndeme, Se or, Dios m o; ilumina mis ojos, no me duerma en la muerte;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Para que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 No permitas que mis enemigos se regodeen diciendo: «¡Lo hemos derrotado!». No dejes que se regodeen en mi caída.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 y no diga mi enemigo que acabó conmigo, ni mis adversarios se alegren al verme vacilar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Para que mi enemigo no diga: ¡Lo vencí! Ni mi adversario se alegre cuando sea sacudido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Observa tú y atiéndeme, Señor, Dios mío; ilumina mis ojos, no me duerma en la muerte;

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Salmos 13:4
17 Referans Kwoze  

Mas ahora, en un instante, Yahveh, nuestro Dios, nos ha concedido la gracia de dejarnos un resto de rescatados y de darnos un apoyo en su lugar santo. Nuestro Dios ha iluminado as nuestros ojos y ha otorgado un peque o respiro a nuestra vida en medio de nuestra servidumbre.


En su interior se dice: 'Dios se olvida, tiene oculto su rostro y no verá jamás'.


jamás fenecerá, Kaf es perdurable el recuerdo de los justos. Lámed


en t, mi Dios, conf o. Que no sufra vergüenza, que no tengan en m mis enemigos motivo de alegr a.


No se r an de m mis falaces enemigos, ni se gui en el ojo los que sin causa me aborrecen.


Que no puedan pensar en su interior: '¡Ajá!, lo que quer amos'. Que no puedan decir: 'Lo hemos engullido'.


Pero en ti, Se or, espero, y tú me responderás, Se or, mi Dios.


hacen suave su boca, de manteca, y en su seno está la guerra; lenifican sus labios, más que el óleo, y son sables desnudos.


Tan sólo en el Se or mi alma halla reposo, de él viene mi victoria,


Busca sólo en Dios reposo, alma m a: él es en quien yo espero;


Él, cierto, no se olvida Kaf del pobre para siempre, ni se malogra por los siglos la esperanza del humilde.


Nadie se consolida por la maldad, la estirpe de los justos no flaquea.


Te combatirán, pero no podrán contigo, porque contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte.


Por eso estoy llorando Ain y mis ojos se deshacen en lágrimas, porque se alejó de m el consolador, el que puede devolverme la vida. Mis hijos están desolados, porque prevalece el enemigo.


Llegará a o dos de los cananeos y de todos los habitantes del pa s, y se volverán contra nosotros para borrar nuestro nombre de la tierra. ¿Qué harás tú, entonces, por tu gran nombre?'.


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