Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Salmos 102:4 - Biblia Castilian 2003

4 Mis d as se terminan en humo, y mis huesos se queman lo mismo que un brasero.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual me olvido de comer mi pan.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Tengo el corazón angustiado, marchito como la hierba, y perdí el apetito.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 como hierba segada, mi corazón se seca y hasta me olvido de comer mi pan;'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Mi corazón herido se agosta como la hierba, Y aun de comer mi pan me olvido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Mis días se terminan en humo, y mis huesos se queman lo mismo que un brasero.

Gade chapit la Kopi




Salmos 102:4
21 Referans Kwoze  

Los principales de su casa se dirig an a él para convencerle de que se levantara del suelo, pero él no quiso, ni com a tampoco con ellos.


Esdras abandonó el templo de Yahveh y se retiró al aposento de Juan, hijo de Eliasib. Mientras estuvo all ni comió pan ni bebió agua sino que estuvo haciendo duelo por las prevaricaciones de los que hab an vuelto de la cautividad.


Siento hast o de mi vida; quiero abandonarme a mi dolor, hablar en la amargura de mi alma.


La piel se me ha renegrido, los huesos me arden de fiebre.


cuando su vida tiene asco del pan y su alma de manjares exquisitos,


Me penetran las flechas de Sadday, y mi esp ritu bebe su veneno: los terrores de Dios conspiran contra m.


A causa de tu enojo y de tu ira, me has alzado a lo alto y arrojado.


Mis enemigos me afrentan todo el d a, y juran contra m como dementes.


pues presto como el heno languidecen y como la hierba verde se marchitan.


¿Por qué estás abatida, oh alma m a, y murmuras en m ? Conf a en el Se or: podré aún alabarlo, a él, alegr a de mi rostro,


Tú conoces mi oprobio, mi vejación y mis afrentas, todos mis perseguidores están ante tu vista.


En d a de pesares busco yo al Se or: mi mano, por la noche, se tiende sin reposo y mi alma rehúsa consolarse.


Se seca la hierba, se marchita la flor cuando el viento de Yahveh sopla sobre ella. Pues el pueblo es hierba.


Clavó en mis entra as He las flechas de su aljaba.


Recuerda sin cesar y se abate dentro de m mi alma.


Estuvo tres d as sin ver, y ni com a ni beb a.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite