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Salmos 100:3 - Biblia Castilian 2003

3 Sabed bien que él es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su nación y reba o de sus pastos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 ¡Reconozcan que el Señor es Dios! Él nos hizo, y le pertenecemos; somos su pueblo, ovejas de su prado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Sepan que el Señor es Dios, él nos hizo y nosotros somos suyos, su pueblo y el rebaño de su pradera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Reconoced que YHVH es ’El, Él nos hizo y suyos somos, Pueblo suyo y ovejas de su prado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Sabed bien que él es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su nación y rebaño de sus pastos.

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Salmos 100:3
44 Referans Kwoze  

Pero ahora, oh Yahveh, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, oh Yahveh, eres Dios'.


Él, Yahveh, es nuestro Dios; sobre toda la tierra sus juicios.


¿Qué logras con ser violento, con despreciar la obra de tus manos y favorecer los planes del imp o?


Tus manos me han creado y me han formado: Yod ensé ame a comprender tus mandamientos.


Cercene el Se or todos los labios lisonjeros las lenguas contadoras de grandezas,


Que se alegre Israel en su hacedor y los hijos de Sión se gocen en su rey.


La guerra hace cesar en todos los confines, rompe arcos, quiebra lanzas y consume los carros en el fuego.


Llevó luego a su pueblo como grey, lo guió como reba o por la estepa.


Y nosotros tu pueblo, reba o de tus pastos, te alabaremos por los siglos, cantaremos tus glorias por las generaciones.


El Se or es un Dios grande, rey poderoso sobre los dioses todos.


Yo os haré pueblo m o, y seré para vosotros vuestro Dios, y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os librará de las cargas de Egipto.


Piensa en tu Creador durante tu juventud, antes de que vengan los d as malos y lleguen los a os en que digas: 'No me gustan';


Entonces se acordó de los tiempos antiguos, de Moisés que estaba con él: ¿dónde está el que sacó del mar al pastor de su reba o? ¿Dónde, el que puso en su interior su santo esp ritu;


Somos desde hace tiempo como aquellos a los que tú no gobiernas, sobre los que no se invoca tu nombre.


Pero ahora, Yahveh, tú eres nuestro padre. Nosotros somos la arcilla y tú el alfarero, obra de tus manos todos nosotros.


Yahveh es el Dios verdadero, el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su ira tiembla la tierra, y las naciones no soportan su furor.


Porque as dice el Se or Yahveh. 'Aqu estoy yo: yo mismo me interesaré por mis ovejas y cuidaré de ellas.


Pues ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo.


Porque Dios que dijo: 'De entre las tinieblas brille la luz', Él es quien hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.


Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.


Yesurún engorda y cocea. Te pusiste gordo, macizo, cebado. Rechazó al Dios que lo hizo, despreció a la Roca, su salvación.


¿As pagas a Yahveh, pueblo necio e insensato? ¿No es él tu padre, el que te creó, el que te hizo y te dio consistencia?


Te ha sido concedido ver todo esto, para que sepas que Yahveh es, en verdad, Dios, y que no hay otro fuera de Él.


Tú debes saber hoy, por lo tanto, y recordarlo en tu corazón, que Yahveh es el único Dios en lo alto del cielo y aqu abajo en la tierra, y que no existe ningún otro.


Reconoce, pues, que sólo Yahveh, tu Dios, es Dios: el Dios fiel que guarda la alianza y la benevolencia hasta mil generaciones para con los que le aman y guardan sus mandamientos;


Estabais extraviados como ovejas, pero ahora os habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas.


Vosotros, en cambio, sois linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar las magnificencias del que os llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.


As, pues, que también los que sufren según la voluntad de Dios se pongan en manos del Creador fiel y practiquen el bien.


Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios la vida eterna.


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