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Salmos 10:4 - Biblia Castilian 2003

4 Con el rostro altanero, no le busca; (Nun) 'Dios no existe', es cuanto se le antoja.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Los malvados son demasiado orgullosos para buscar a Dios; parece que piensan que Dios está muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Enrisca la nariz y no se preocupa: '¡No hay Dios', dice; eso es todo lo que piensa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Por la altivez de su rostro el malvado no inquiere, ’Elohim no está en sus pensamientos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Nun. Con el rostro altanero, no le busca; 'Dios no existe', es cuanto se le antoja.

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Salmos 10:4
30 Referans Kwoze  

Viendo Yahveh que era grande la maldad del hombre sobre la tierra, y que todos los designios de su corazón eran siempre perversos,


Los que a Dios dec an: ¡Lejos de nosotros! ¿Qué puede hacernos Sadday?


al que infama en secreto a su vecino le habré de destruir; el de vista altanera y corazón hinchado, con ése yo no puedo.


al sincero te muestras tú sincero, con el doble te haces tortuoso.


De ti me dicta el corazón: 'Requerid mi presencia': tu presencia es, Se or, lo que yo busco.


Del director. Del siervo de Yahveh. De David.


Del director. En la enfermedad. Maskil. De David.


y se dicen: '¿Cómo puede Dios saber? ¿Es, acaso, el Alt simo consciente?'.


Respondió el Faraón: '¿Quién es Yahveh para que yo tenga que escuchar su voz y deje salir a Israel? No conozco a Yahveh ni tampoco dejaré partir a Israel'.


Ojos altaneros, corazón soberbio, dicha de los malvados: eso es pecado.


una raza de ojos altivos y párpados altaneros;


no sea que, saciado, me desv e y diga: '¿Quién es Yahveh?'. O que, por la indigencia, robe y profane el nombre de mi Dios.


ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que vierten sangre inocente,


que no se ejecuten al instante las sentencias, porque entonces el corazón de los hombres se harta de hacer el mal.


Los ojos altivos del hombre serán abajados, la altaner a de los humanos será abatida, y sólo Yahveh será ensalzado en aquel d a.


La expresión de sus rostros testimonia contra ellos; declaran su pecado como Sodoma, no lo esconden. ¡Ay de ellos, pues se labran su desgracia!


Sus pies corren hacia el mal, se apresuran a verter sangre inocente. Sus planes son planes malvados, devastación y ruina hay en sus calzadas.


Tiendo todo el d a mis manos a un pueblo rebelde y terco, que va por mal camino, en pos de sus pensamientos;


¡Oh generación! Atiende a la palabra de Yahveh: ¿He sido para Israel un desierto o una tierra tenebrosa? ¿Por qué mi pueblo dice: 'Somos libres, no vendremos más a ti?'.


Limpia tu corazón de la maldad, Jerusalén, para que puedas salvarte. ¿Hasta cuándo se albergarán en tu interior tus malos pensamientos?


En aquel tiempo, registraré Jerusalén con linternas y castigaré a los hombres que se sientan sobre las heces y dicen en su corazón: 'Yahveh no hace nada, ni bueno ni malo'.


Buscad a Yahveh, pobres todos del pa s, que cumpl s sus mandamientos. Buscad la justicia, buscad la humildad; quizá podáis hallar cobijo el d a de la ira de Yahveh.


Porque de lo interior, del corazón de los hombres, proceden las malas intenciones, fornicaciones, robos, homicidios,


Arrepiéntete, pues, de éste tu pecado, y ruega al Se or a ver si se te perdona este mal pensamiento de tu corazón;


Pues habiendo conocido a Dios, no le dieron gloria como a Dios ni le mostraron gratitud; antes se extraviaron en sus razonamientos y su insensato corazón quedó en tinieblas.


Y como no se dignaron retener el conocimiento verdadero de Dios, Dios los entregó a la reprobable mentalidad de realizar cosas nefandas:


estabais en aquel tiempo lejos de Cristo, privados de la ciudadan a de Israel y extra os a las alianzas de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.


entre la soberbia en tu corazón y olvides a Yahveh, tu Dios: el que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud;


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