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Salmos 10:2 - Biblia Castilian 2003

2 En la euforia del imp o se consume el humilde y es cogido en la insidia que aquél trama.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha ideado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Con arrogancia los malvados persiguen a los pobres; ¡que sean atrapados en el mal que traman para otros!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las trampas que maquina.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Bajo la soberbia del impío el pobre es consumido. ¡Queden presos en las tramas que ellos mismos urdieron!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 En la euforia del impío se consume el humilde y es cogido en la insidia que aquél trama.

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Salmos 10:2
18 Referans Kwoze  

Él no ha pensado nunca en hacer bien, acosa al humilde e indigente, empuja hacia la muerte al abatido.


Garantiza a tu siervo para bien, que no me opriman los soberbios.


ojalá que mis pasos sean firmes en la guarda de tus leyes.


Los soberbios me embarran de mentiras, mas yo guardo tus leyes con amor,


Ante m excavan fosa los soberbios en contra de tu ley.


Defiéndeme, Se or, de manos del malvado, presérvame del hombre violento, de los que traman mi ca da.


Que no tenga jamás que avergonzarme de invocarte, que perezca el imp o, en silencio, en el seol.


Alarga tu favor a los que te conocen, a los de recto corazón, tu providencia.


Hazlos, oh Dios, morir, y que mi pueblo no lo olvide, en tu poder dispérsalos, derr balos, Se or, nuestra defensa.


Abre fosa y la ahonda, para caer él mismo en la trampa que hizo.


Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los dioses, pues as se ha mostrado en el preciso momento en que se tiranizaba a los suyos'.


Tú te opones todav a a mi pueblo y no lo dejas partir.


El malvado se enreda en sus propias maldades y es capturado en el lazo de su culpa.


Tú que dec as en tu corazón: 'Subiré a los cielos, por encima de los astros de Dios elevaré mi trono; me sentaré en el Monte de la Asamblea, en el l mite extremo del norte.


Los que te ven, se quedan mirando, se fijan en ti: '¿Es éste aquel que estremec a la tierra, conmov a los reinos,


Azar as, hijo de Hosa as, Juan, hijo de Caréaj, y todos los hombres insolentes y rebeldes dijeron a Jerem as: 'Estás diciendo una mentira. Yahveh, nuestro Dios, no te ha enviado a decir: 'No vayáis a Egipto para residir all ',


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