Proverbios 4:2 - Biblia Castilian 2003

² pues os transmito una buena doctrina; no desatendáis mis ense anzas.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² porque les doy una buena orientación. No se alejen de mis instrucciones.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Porque os doy buena doctrina; No abandonéis mis enseñanzas,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² pues os transmito una buena doctrina; no desatendáis mis enseñanzas.

Proverbios 4:2 Referans Kwoze

1 Crónicas 28:9

Y tú, Salomón, hijo m o, reconoce al Dios de tu padre y s rvele con corazón perfecto y ánimo generoso, porque Yahveh sondea todos los corazones y penetra la ndole de todos los pensamientos. Si lo buscas, él se dejará hallar por ti; pero si lo abandonas, te rechazará para siempre.

2 Crónicas 7:19

Pero si vosotros os apartáis de m, no guardáis los preceptos y mandatos que os di, os vais a servir a dioses extra os y os postráis ante ellos,

Job 11:4

Tú has dicho: Pura es mi conducta; limpio estoy en tu presencia.

Job 33:3

Repetirá mi corazón sabia doctrina, mis labios hablarán sin disimulo.

Salmos 119:87

Por muy poco me borran de la tierra, mas no abandono tus preceptos.

Proverbios 3:1

Hijo m o, no olvides mis ense anzas y guarda mis preceptos en tu corazón,

Jeremías 35:8

Nosotros hemos escuchado la voz de nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, en todo lo que nos mandó: no hemos bebido vino en toda nuestra vida, ni nosotros ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas,

Deuteronomio 32:2

Descienda como lluvia mi doctrina, fluya cual roc o mi palabra, como mansa llovizna sobre el césped, como un aguacero sobre la hierba verde.

1 Timoteo 4:6

Si expones estas cosas a los hermanos serás un buen servidor de Cristo Jesús, alimentado con los principios de la fe y con la buena ense anza que fielmente has seguido.

Tito 1:9

adherido firmemente a la palabra auténtica, conforme a la ense anza recibida, para que as también él sea capaz de exhortar con una ense anza saludable y refutar a los contrarios.