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Proverbios 29:25 - Biblia Castilian 2003

25 El temor a los hombres es una trampa; quien conf a en Yahveh vive seguro.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Temer a la gente es una trampa peligrosa, pero confiar en el Señor significa seguridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Es una trampa temblar ante los hombres: el que confía en Yavé está seguro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 El que teme a los hombres caerá en el lazo, Pero el que confía en YHVH es inaccesible.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 El temor a los hombres es una trampa; quien confía en Yahveh vive seguro.

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Proverbios 29:25
38 Referans Kwoze  

Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matar an por causa de mi mujer.


Como Abrahán sol a decir de Sara, su mujer: 'Es mi hermana', Abimélec, rey de Guerar, ordenó que le trajesen a Sara.


Cuando los hombres del lugar le preguntaban por su mujer, él respond a: 'Es mi hermana'. No se atrev a a decir: 'Es mi mujer', pues pensaba: 'Es de tan buen parecer que temo que los habitantes del lugar me maten a causa de ella'.


El as sintió miedo, se levantó y se puso en camino para salvar su vida. Al llegar a Berseba de Judá, dejó aqu a su criado.


Dios los ayudó contra ellos, y los agarenos y todos los que con ellos estaban cayeron en sus manos; pues clamaron a Dios durante la batalla, y él los escuchó, porque hab an confiado en él.


Preferible es acogerse al Se or que fiarse del hombre,


manténme y seré salvo, tendré siempre a mi vista tus preceptos.


Canto gradual. Quien conf a en el Se or es como el monte Sión, que no vacila, que está firme por siempre.


Sean borrados del libro de la vida y no sean inscritos con los justos.


El que mora al abrigo del Alt simo y a la sombra del Omnipotente se aposenta,


Ya que en m se complace, yo le salvo, yo lo pongo en seguro, por conocer mi nombre.


Quien cuida de las cosas encuentra la dicha. ¡Feliz quien conf a en Yahveh!


Torre fuerte es el nombre de Yahveh: en él se refugia el justo y vive seguro.


El codicioso suscita litigios, el que conf a en Yahveh prosperará.


Toda palabra de Dios es acrisolada; él es un escudo para los que se le entregan.


Feliz tú, si conservas lo uno sin dejar lo otro de tu mano, pues quien teme a Dios consigue las dos cosas.


¿Ante quién temblabas y tem as cuando ment as? De m no te acordabas ni te lo tomabas a pecho. ¿No soy yo quien calla y disimula? Por eso a m no me tem as.


Justas han sido tus sentencias cuando actuaste contra nosotros y contra Jerusalén, la ciudad santa de nuestros padres. Según verdad y justicia actuaste a causa de nuestros pecados.


Mi Dios envió a su ángel y éste cerró la boca de los leones, que no me han hecho da o alguno, porque he sido hallado inocente ante él. Ni tampoco ante ti, ¡oh rey!, he cometido falta'.


No tengáis miedo a los que matan el cuerpo; que al alma no pueden matarla. Temed más bien a quien tiene poder para hacer que perezcan cuerpo y alma en la gehenna.


Entonces se le acercan sus disc pulos y le dicen: '¿Sabes que los fariseos, al o r tus palabras, se han escandalizado?'.


A vosotros os lo digo, amigos m os: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero después de esto no pueden hacer más.


Éste fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ' Rabb, nosotros lo sabemos: tú has venido de parte de Dios en calidad de maestro. Porque nadie puede hacer esas se ales que tú haces, si Dios no está con él'.


Esto dijeron sus padres, porque ten an miedo de los jud os; pues éstos hab an acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.


En el juicio no consideraréis las personas, sino que escucharéis lo mismo al peque o que al grande, no temeréis a nadie, porque el juicio es de Dios. La causa que os parezca demasiado dif cil, traédmela a m y yo la resolveré'.


los que por él creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio la gloria, de modo que vuestra fe y esperanza estén puestas en Dios.


Él respondió: 'Si me ataran bien con cuerdas nuevas que no hubieran sido empleadas para otro uso, quedar a sin fuerzas y ser a como un hombre cualquiera'.


Saúl dijo entonces a Samuel: 'He pecado, porque he transgredido el mandato de Yahveh y tus palabras; pero ha sido porque tuve miedo al pueblo y escuché su clamor.


David reflexionó seriamente sobre estas palabras y empezó a sentir gran temor de Aqu s, rey de Gat.


Pero David se dijo en sus adentros: 'Algún d a voy a perecer a manos de Saúl. Nada mejor para m que escaparme a tierra de los filisteos, para que as Saúl desista de volver en mi busca por todo el territorio de Israel. As me libraré de sus manos'.


David no dejaba con vida ni a hombre ni a mujer, para no tener que traerlos a Gat. Pues pensaba: 'No sea que hablen contra nosotros y digan: 'As ha obrado David''. Tal fue su proceder durante el tiempo que residió en tierra de filisteos.


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