Proverbios 13:21 - Biblia Castilian 2003

²¹ La miseria persigue a los pecadores; la dicha recompensa a los justos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²¹ El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos serán premiados con el bien.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Los problemas persiguen a los pecadores, mientras que las bendiciones recompensan a los justos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ La mala suerte persigue a los pecadores, la felicidad vendrá a recompensar a los justos.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ La desgracia persigue a los pecadores, A los justos, la paz y el bien.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ La miseria persigue a los pecadores; la dicha recompensa a los justos.

Proverbios 13:21 Referans Kwoze

Génesis 4:7

¿Acaso no andar as con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.

Salmos 140:11

arrojen sobre ellos carbones encendidos, que los echen en simas de que no puedan levantarse.

Salmos 32:10

Muchos son los dolores del imp o, mal al que f a en el Se or la gracia le circunda.

Salmos 54:5

Contra m se insurreccionan los soberbios, los violentos acechan a mi vida, sin tener a Dios presente. Selah

Proverbios 11:31

Si el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el malvado y pecador!

Proverbios 13:13

Quien desprecia la palabra se perderá, quien guarda el precepto será salvo.

Proverbios 17:13

Cuando uno devuelve mal por bien, la miseria no se aleja de su casa.

Proverbios 24:16

pues siete veces cae el justo y se levanta, mientras los malvados sucumben a la miseria.

Isaías 47:11

Pero te vendrá una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá una calamidad que no podrás alejar. Te vendrá de repente un desastre que no te imaginas.

Ezequiel 7:5

As dice el Se or Yahveh: '¡Desastre único! ¡Ya llega el desastre!

Números 32:23

Pero si no lo hacéis as, pecaréis contra Yahveh y sabed que vuestro pecado no quedará sin castigo.

Hechos 28:4

Cuando los nativos vieron el reptil pendiente de su mano, se dec an unos a otros: 'Muy criminal debe de ser este hombre cuando, salvado del mar, la justicia divina no le deja seguir viviendo'.