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Oseas 9:7 - Biblia Castilian 2003

7 Llegan los d as del castigo, llegan los d as de la venganza. ¡Que lo sepa la gente de Israel! ¡Es un loco el profeta, desvar a este inspirado! Por la magnitud de tus iniquidades, por tu gran hostilidad en contra de él.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Vinieron los días del castigo, vinieron los días de la retribución; e Israel lo conocerá. Necio es el profeta, insensato es el varón de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad, y grande odio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Ha llegado la hora del castigo de Israel; ha llegado el día del pago merecido. Pronto Israel se dará perfecta cuenta de esto. A causa de tu gran pecado y hostilidad dices: «¡Los profetas están locos y los hombres inspirados son necios!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Llegan los días del castigo, llegan los días de la retribución. Que lo sepa Israel: A causa de la magnitud de tu pecado, A causa de tu gran hostilidad,° el profeta ha enloquecido, El hombre inspirado desvaría,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Llegan los días del castigo, llegan los días de la venganza. ¡Que lo sepa la gente de Israel! ¡Es un loco el profeta, desvaría este inspirado! Por la magnitud de tus iniquidades, por tu gran hostilidad en contra de él.

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Oseas 9:7
40 Referans Kwoze  

Salió Jehú adonde estaban los servidores de su se or y éstos le dijeron: '¿Todo va bien? ¿Para qué ha venido a ti ese loco?'. Él les respondió: 'Vosotros ya conocéis a ese hombre y su cantinela'.


¿Qué haréis el d a del castigo, ante el desastre que llega de lejos? ¿A quién acudiréis en busca de auxilio y dónde dejaréis vuestra riqueza?


Yahveh, tu mano está alzada, pero ellos no la ven. ¡Vean, avergonzados, tu celo por el pueblo; el fuego devore a tus enemigos!


Porque es el d a de la venganza de Yahveh, el a o de desquite en el pleito de Sión.


yo soy quien frustra las se ales de los agoreros y a los adivinos entontece; quien hace retroceder a los sabios y convierte en necedad su saber;


son cosa vana, obra rid cula; al tiempo de su castigo perecerán.


Por eso quiero pagar su iniquidad y su pecado con el doble, porque han profanado mi pa s con los cadáveres de sus dolos y han llenado mi heredad con sus abominaciones.


En los profetas de Samar a observé necedad: profetizaban por Baal y descarriaban a mi pueblo Israel.


pues también ellas serán esclavizadas por naciones poderosas y grandes reyes, y as les pagaré, de acuerdo con sus acciones y según las obras de sus manos.


Yahveh te ha constituido sacerdote en lugar del sacerdote Joadá, para que seas inspector en el templo de Yahveh, vigiles a las personas dementes y pongas en el cepo y en la argolla a quienes pretendan ser profetas.


También sus mercenarios son como novillos cebados; pero también ellos se vuelven, huyen a una, no resisten, pues les llega el d a de su ruina, el tiempo de su castigo.


Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.


Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.


Tus profetas tuvieron para ti Nun visiones enga osas y necias. No te descubrieron tu pecado, de modo que cambiara tu suerte; te hicieron vaticinios falaces e ilusorios.


Precisamente porque han enga ado a mi pueblo diciendo: '¡Paz!', cuando no hay paz, y mientras él construye una tapia ah están ellos revocándola con barro,


'As dice el Se or Yahveh: ¡ay de los profetas insensatos que siguen su propia inspiración, sin haber visto nada!'.


Realizaré contra ellos terribles venganzas y furiosos escarmientos; y sabrán que yo soy Yahveh, cuando ejecute en ellos mi venganza'.


Entonces manifestaré mi grandeza, mostraré mi santidad, me daré a conocer a los ojos de muchas naciones y sabrán que yo soy Yahveh.'


Pues bien, en cuanto a m, tampoco yo me apiadaré ni tendré compasión; hago recaer su conducta sobre su cabeza'.


Tendrá que expiar Samar a, porque fue rebelde a su Dios. A espada caerán, sus ni os serán estrellados, abiertas en canal las mujeres encintas.


Efra n será devastado en el d a del castigo. En las tribus de Israel hago saber lo que ya es seguro:


Aunque inmolen sacrificios sangrientos, sacrifican carne y se la coman, Yahveh no se complace en ellos. Recordará su iniquidad y castigará sus pecados. Tendrán que volver a Egipto.


Junto a la tienda del profeta esp a Efra n: es lazo de pajarero en todos sus caminos, hostilidad en la casa de su Dios.


Y me preguntó: '¿Qué ves, Amós?'. 'Una cesta de fruta madura', respond. Yahveh me dijo: 'Mi pueblo Israel está maduro, no le perdonaré ya más.


Si un hombre corriera tras el viento y dijera mentiras como ésta: 'Yo te haré profec as a cambio de vino y licores', ése ser a el profeta digno de este pueblo.


Su bondad es como una zarza, su justicia como un seto de espinas. Es el d a que anunciaron tus centinelas: tu castigo ha llegado. ¡Ahora será el momento de su confusión!


Sus profetas son vanidosos, impostores; sus sacerdotes profanan lo santo, quebrantan la ley.


Cuando lo oyeron los de su familia, fueron con ánimo de tomarlo bajo su custodia, pues se dec a: 'Está fuera de s '.


que éstos son d as de venganza, en los que ha de cumplirse todo lo que está escrito.


En efecto, si perdimos el juicio, fue por Dios; si somos sensatos, por vosotros es.


La gran ciudad se partió en tres y las ciudades de los gentiles se derrumbaron. Dios se acordó de Babilonia, la grande, para darle a beber la copa del vino de su terrible ira.


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