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Oseas 9:17 - Biblia Castilian 2003

17 Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon: andarán errantes entre las naciones.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y andarán errantes entre las naciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Mi Dios rechazará al pueblo de Israel porque no quiere escuchar ni obedecer. Será un vagabundo, sin hogar entre las naciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Como no le hicieron caso, mi Dios los echará de su presencia y andarán como vagabundos por la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Mi Dios los desechará, porque ellos no lo escucharon, Y andarán errantes entre las naciones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon: andarán errantes entre las naciones.

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Oseas 9:17
34 Referans Kwoze  

Pero Miqueas respondió: 'Vive Yahveh, que sólo anunciaré lo que mi Dios me diga'.


Pero ellos hac an burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.


¡Acuérdate para mi bien, oh Dios m o, de todo lo que hice por este pueblo!


Percibo el cuchicheo de la masa - terror de todas partes -, cuando traman, unidos contra m, y proyectan darme muerte.


Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.


¡Ah, si hubieras atendido a mis preceptos! Tu paz habr a sido como un r o y tu justicia como las olas del mar;


Entonces replicó Isa as: 'Escuchad, casa de David: ¿os parece poca cosa cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?


Plata de desecho hay que llamarlos, porque Yahveh los ha desechado.


Ahora, pues, ya que habéis hecho todas estas cosas - oráculo de Yahveh -; y, a pesar de haberos hablado insistentemente y sin cesar, no me habéis escuchado, y, a pesar de haberos llamado, no me habéis respondido,


os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la descendencia de Efra n.


Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, pero no se multiplicarán, porque abandonaron a Yahveh para entregarse


Perece mi pueblo por falta de sabidur a. Porque tú has rechazado la sabidur a, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


¡Ay de ellos, por haber huido de m ! ¡Desdichados por rebelarse contra m ! Quiero salvarlos, pero mienten sobre m.


Y me preguntó: '¿Qué ves, Amós?'. 'Una cesta de fruta madura', respond. Yahveh me dijo: 'Mi pueblo Israel está maduro, no le perdonaré ya más.


Mirad que yo mandaré que zarandeen entre todas las naciones a la casa de Israel, como se zarandea una criba, sin que ni una piedrecilla caiga en tierra.


Pero yo fijaré mi vista en Yahveh, esperaré en el Dios de mi salvación: mi Dios me escuchará.


No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas anunciaron: 'As dice Yahveh Sebaot: convert os de vuestros malos caminos y de vuestras males acciones'. Pero ellos no escucharon ni me hicieron caso - oráculo de Yahveh -.


Jesús le responde: 'Suéltame, pues todav a no he subido al Padre, vete a mis hermanos y diles: 'Voy a subir a mi Padre y vuestro Padre; a mi Dios y vuestro Dios''.


Tomás le respondió: '¡Se or m o y Dios m o!'.


Dijéronse entonces los jud os entre s: '¿Adónde pensará irse éste, que no lo podamos encontrar nosotros? ¿Pensará, acaso, irse a la diáspora entre los griegos y ense ar también a los griegos?


Todo el que no escuche a tal profeta será borrado del pueblo.


Yo me dije: a polvo los reducir a, borrar a su recuerdo de entre los hombres,


Cuando hayáis engendrado hijos y nietos y hayáis envejecido en aquella tierra, si os corrompéis y os fabricáis imágenes talladas de cualquier clase, practicando as el mal a los ojos de Yahveh, tu Dios, y lo irritáis,


Yahveh os dispersará entre los pueblos, y sólo quedaréis unos pocos en medio de los pueblos a los que os lleve Yahveh.


En correspondencia, mi Dios colmará todas vuestras necesidades según su riqueza en la gloria, en Cristo Jesús.


Santiago, siervo de Dios y del Se or Jesucristo, a las doce tribus en la diáspora: salud.


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