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Oseas 8:14 - Biblia Castilian 2003

14 Israel olvidó a su Hacedor y construyó palacios; Judá multiplicó las ciudades fortificadas. Enviaré fuego a sus ciudades y devorará sus palacios.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré fuego en sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Israel se olvidó de su Creador y construyó grandes palacios, y Judá fortificó sus ciudades. Por lo tanto, haré descender fuego sobre sus ciudades y quemaré sus fortalezas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Israel se ha olvidado de su creador y construye palacios; Judá, por su parte, multiplica las ciudades fortificadas; pero yo prenderé fuego a sus ciudades e incendiaré sus castillos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Porque Israel ha olvidado a su Hacedor, y edificó palacios, Judá multiplicó ciudades fortificadas; Pero Yo prenderé un fuego a sus ciudades que consumirá sus palacios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Israel olvidó a su Hacedor y construyó palacios; Judá multiplicó las ciudades fortificadas. Enviaré fuego a sus ciudades y devorará sus palacios.

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Oseas 8:14
31 Referans Kwoze  

Edificó, además, santuarios en los lugares altos, y eligió sacerdotes de entre el pueblo que no eran levitas.


Como si fuera poco imitar los pecados de Jeroboán, hijo de Nebat, tomó por esposa a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, rindió culto a Baal y se postró ante él.


El a o catorce del rey Ezequ as, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas.


Construyó asimismo torres en el desierto y excavó muchas cisternas, pues ten a mucho ganado en la Tierra Baja y en la meseta, y labradores y vi adores en los montes y en las tierras fértiles, porque le gustaba la agricultura.


Construyó ciudades en las monta as de Judá y edificó fortalezas y torres en los bosques.


Se olvidaron del Dios liberador, que hab a hecho portentos en Egipto,


Venid y saludémoslo, postrados, doblemos la rodilla ante el Se or, nuestro hacedor.


Porque olvidaste al Dios de tu salvación, no recordaste la roca de tu refugio. Por eso plantas plantaciones placenteras, amugronas mugrones extranjeros:


porque, cuando vean sus hijos, la obra de mis manos en medio de él, santificarán mi nombre'. Santificarán al Santo de Jacob y ante el Dios de Israel temblarán. Conocerán los errados de esp ritu la cordura, y los murmuradores aprenderán la sensatez.


Yahveh como héroe avanza, como un guerrero excita su ardor; vocea, s, vocifera, contra sus enemigos es un campeón.


Y volcó sobre él su ardiente ira y la violencia de la guerra, que lo abrasó por todas partes, y no lo supo, le quemaba, y no le dio importancia.


El pueblo que formé para m contará mi alabanza.


Pero Yahveh suscitó a sus enemigos contra Él, a sus adversarios azuzó:


'Si cayeron los ladrillos, con sillares construiremos; si talaron los sicómoros, con cedros los cambiaremos'.


Pero si no me escucháis, si no santificáis el d a del sábado dejando de transportar cargas y de pasarlas por las puertas de Jerusalén el d a del sábado, entonces en sus puertas encenderé fuego que devorará los palacios de Jerusalén y no se apagará'.


¿Olvida una joven sus adornos, una novia su cinturón? Pues mi pueblo me ha olvidado innumerables d as.


que piensan hacer olvidar mi nombre a mi pueblo, con los sue os que unos a otros se cuentan, como olvidaron sus padres mi nombre por Baal?


¡Escuchad! En las colinas se oye el llanto y plegarias de los hijos de Israel, porque erraron su camino, olvidaron a Yahveh, su Dios.


Devorará tu cosecha y tu pan. Devorarán a tus hijos y a tus hijas. Devorará tu reba o y tu vacada, devorará tu vi a y tu higuera; desmantelará con la espada tus plazas fuertes en las que conf as.


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Por haberte olvidado de m y por haberme vuelto las espaldas, carga tú ahora con tu lascivia y tus prostituciones'.'


Cuando los apacenté, se saciaron se saciaron, se jactaron en su corazón, y as se olvidaron de m.


Pondré fin a toda su alegr a, a sus fiestas, sábados y novilunios, y todas sus solemnidades.


Perece mi pueblo por falta de sabidur a. Porque tú has rechazado la sabidur a, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


Enviaré fuego a las murallas de Tiro, que devorará sus palacios.


Enviaré fuego a Temán, que devorará los palacios de Bosrá.


Pondré fuego a las murallas de Rabá, que devorará sus palacios, entre la alarma de un d a de batalla, entre el torbellino de un d a de tormenta.


Enviaré fuego a la casa de Jazael, que devorará los palacios de Ben Hadad.


enviaré fuego a Judá que devorará los palacios de Jerusalén.


Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.


A la Roca que te engendró desde as, olvidas al Dios que te puso en el mundo.


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