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Oseas 14:5 - Biblia Castilian 2003

5 Sanaré su apostas a, los amaré de corazón, pues mi ira se apartó de ellos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Seré para Israel como un refrescante rocío del cielo. Israel florecerá como el lirio; hundirá sus raíces profundamente en la tierra como los cedros del Líbano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Yo sanaré su infidelidad, los amaré con todo el corazón pues ya no estoy enojado con ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Seré para Israel como el rocío, Florecerá como el lirio, Y arraigará sus raíces como el Líbano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Sanaré su apostasía, los amaré de corazón, pues mi ira se apartó de ellos.

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Oseas 14:5
32 Referans Kwoze  

como el clarear de la ma ana, al levantarse el sol, en una ma ana sin nubes, que hace brotar, tras la lluvia, el césped de la tierra'.


El resto que se salve de la casa de Judá volverá a echar ra ces por abajo y a dar frutos por arriba.


Mi ra z se extiende hasta las aguas, en mis ramas se posa el roc o nocturno.


y como roc o del Hermón, que cae sobre las monta as de Sión. All manda el Se or su bendición, la vida para siempre.


Habrá hartura de trigos en los campos; las cimas de los montes se mecerán de frutos, como el L bano; florecerán las villas como el césped de los prados.


Bajará como la lluvia sobre el césped y como los chubascos que riegan los terrenos.


Una vid condujiste desde Egipto: expulsaste naciones para poder plantarla.


Mis ojos podrán ver a mis esp as y mi o do escuchar a mis injustos agresores.


Germinarán los justos como palmas, se erguirán como los cedros en el L bano.


Como rugido de león es la ira del rey; como roc o sobre hierba su favor.


Mi amado es m o y yo soy suya; del pastor de azucenas.


Tus dos pechos, cervatillos mellizos de la cierva paciendo entre azucenas.


Aquel d a dirás: 'Te alabo, Yahveh, pues aunque te hab as enojado contra m, se calmó ya tu ira y me has consolado.


que as me ha dicho Yahveh: me mantengo sereno y miro desde mi sitio, como calor deslumbrante al despuntar la luz, como nube de roc o en el calor de la siega.


Revivirán tus muertos, tus cadáveres se levantarán, se despertarán, exultarán los moradores del polvo; pues roc o de luces es tu roc o, y la tierra echará de su seno las sombras'.


En el futuro arraigará Jacob, germinará y florecerá Israel y llenarán de fruto la faz del mundo.


Como el narciso ha de florecer; exultará, s, exultará jubiloso. Le ha sido concedida la gloria del L bano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios.


Derramaré agua sobre el sediento suelo, arroyos sobre el sequedal; derramaré mi esp ritu sobre tu estirpe y mi bendición sobre tus vástagos:


¡Cielos, desde arriba derramad la lluvia, destilad, nubes, la victoria! ¡Ábrase la tierra y germine la salvación, y brote a la vez la justicia! Yo, Yahveh, lo he creado.


he visto sus caminos. Pero voy a sanarlo y a guiarlo; voy a consolarlo. Y para sus afligidos


pondré este cántico en sus labios: paz, paz para el lejano y para el cercano, - dice Yahveh -. Yo lo sanaré'.


Convert os, hijos rebeldes, curaré vuestras rebeld as. Aqu estamos: venimos a ti; pues tú, Yahveh, eres nuestro Dios.


Me gozaré en ellos, haciéndoles bien, y los plantaré de veras en este pa s con todo mi corazón y con toda mi alma.


Conozcamos, tratemos de conocer a Yahveh: su venida es cierta como la aurora; vendrá a nosotros como lluvia de oto o, como lluvia de primavera que riega la tierra.


El resto de Jacob será entonces, entre las naciones, en medio de pueblos numerosos, como león entre los animales de la selva, como cachorro de león entre reba o de ovejas: por donde pasa, aplasta y desgarra, y no hay quien le arranque la presa.


¿Qué Dios hay como tú, que perdona el pecado, que pasa por alto la rebeld a del resto de su heredad? No persiste por siempre en su ira, porque se complace en la misericordia.


Y acerca del vestido, ¿por qué os angustiáis? Observad los lirios del campo, cómo crecen; ni se atarean ni hilan.


Fijaos en los lirios: cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo: ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno de ellos.


para que Cristo habite, mediante la fe, en vuestro corazón y para que, arraigados y cimentados en el amor,


Descienda como lluvia mi doctrina, fluya cual roc o mi palabra, como mansa llovizna sobre el césped, como un aguacero sobre la hierba verde.


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