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Oseas 14:3 - Biblia Castilian 2003

3 Llevad preparadas las palabras y volved a Yahveh. Decidle: 'Perdona toda iniquidad, para que recibamos tus bienes, y te ofrezcamos el fruto de nuestros labios.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Asiria no puede salvarnos, ni nuestros caballos de guerra. Nunca más diremos a ídolos que hemos hecho: “Ustedes son nuestros dioses”. No, solamente en ti los huérfanos encuentran misericordia».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Preparen sus palabras y vuelvan a Yavé para decirle: '¡Quita el pecado y acepta lo bueno, que esta confesión nuestra reemplace cualquier ofrenda!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Asiria no nos salvará; Ya no montaremos a caballo, Ni diremos más a la hechura de nuestras manos: ¡Dioses nuestros sois!° Porque sólo en ti halla misericordia el huérfano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Llevad preparadas las palabras y volved a Yahveh. Decidle: 'Perdona toda iniquidad, para que recibamos tus bienes, y te ofrezcamos el fruto de nuestros labios.

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Oseas 14:3
36 Referans Kwoze  

En aquel tiempo, Janan, el vidente se presentó a Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Por haberte apoyado en el rey de Aram y no haberte apoyado en Yahveh, tu Dios, se ha escapado de tus manos el ejército del rey de Aram.


Tú mismo puedes ver, Res observar el pesar y la aflicción y tomarlos en tus manos. A ti el pobre se abandona, al huérfano eres tú quien le socorre.


No confiéis en los pr ncipes ni en los humanos que no tienen el socorro.


el Se or, el que protege al extranjero y el que sostiene al huérfano y a la viuda. Y él, también, el que entorpece las sendas del imp o.


Enga o es el caballo como auxilio: con su mucho vigor, no pone en salvo.


Alabad al Se or y cantad salmos a su nombre, abrid camino al que cabalga en las estepas: Yahveh es su nombre; regocijaos ante él.


S, os avergonzaréis de los terebintos que habéis apreciado, sentiréis bochorno por los jardines que habéis elegido.


Aquel d a arrojará el hombre a los topos y a los murciélagos los dioses de plata y los dioses de oro que se hab a fabricado para adorarlos,


As, con esto será expiada la culpa de Jacob, y éste será todo el fruto: quitarle su pecado; que deje todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, que no queden en pie ni aserás ni estelas.


y dijisteis: 'No será as, a caballo huiremos'. Está bien: huiréis. 'En corcel montaremos'. En corcel montarán los que os persiguen.


Bajan a Egipto, sin consultar mi oráculo, para refugiarse en la protección del Faraón, para cobijarse a la sombra de Egipto.


¡Ay de los que bajan a Egipto por ayuda y buscan apoyo en su caballer a! Conf an en los carros, que son muchos; en los jinetes, que son muy numerosos, y no miran al Santo de Israel, a Yahveh no consultan.


Los egipcios son hombres, no dioses; sus caballos son carne, no esp ritu. Cuando Yahveh extienda su mano, tropezará el ayudador, caerá el ayudado, y todos ellos a la vez perecerán.


Haz ahora una apuesta con mi se or, el rey de Asiria: te doy dos mil caballos, si eres capaz de procurarte jinetes para ellos.


Deja a tus huérfanos, yo les conservaré la vida, y que tus viudas conf en en m '.


'Os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; os limpiaré de todas vuestras manchas y de todos vuestros dolos.


No se contaminarán más con sus dolos ni con sus abominaciones ni con ninguno de sus cr menes, porque los libraré de todas las infidelidades que cometieron, los purificaré y, entonces, ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios'.'


Efra n me rodea de mentira, y de enga o la casa de Israel. Pero Judá está aún con Dios y es fiel al Santo.


Ahora continúan pecando, se funden imágenes de plata, se inventan dolos, obras de simple artesan a. Les sacrifican corderos. ¡Hombres dan besos a becerros!


Volverán los que se sentaban a su sombra: cultivarán el trigo, florecerán como la vi a; serán tan afamados como el vino del L bano.


Yo le daré sus vi as de antes y el valle de Acor como puerta de esperanza. Y ella responderá como en los d as de su juventud, como en los d as en que subió del pa s de Egipto.


Mi pueblo consulta a su madero, y su bastón le da respuestas; un esp ritu de prostitución lo descarr a por eso se prostituye alejándose de su Dios.


Cuando Efra n vio su enfermedad y Judá su llaga, Efra n acudió a Asiria y Judá al rey de Yareb; pero él no podrá sanaros ni curará vuestra llaga.


Efra n es como una paloma incauta y sin seso: acuden a Egipto, llaman a Asiria.


Porque el becerro es obra de Israel: un art fice lo hizo, y no es Dios. Por eso será roto en pedazos el becerro de Samar a.


Subieron a Asiria, Efra n es onagro solitario que ha hecho presentes de amor.


Mas yo, con voz de alabanza, te ofreceré sacrificios; cumpliré el voto que te hice. ¡De Yahveh viene la salvación!'.


Aquel d a sucederá - oráculo de Yahveh Sebaot - que exterminaré del pa s los nombres de los dolos y ya no se les mencionará nunca más. Quitaré también del pa s los profetas y el esp ritu de impureza.


'No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.


Pero no ha de tener muchos caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto para aumentar su caballer a, porque Yahveh os ha dicho: 'No volveréis jamás por ese camino'.


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