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Nahúm 1:2 - Biblia Castilian 2003

2 Dios celoso y vengador es Yahveh, Álef vengador es Yahveh y furibundo, Yahveh se venga de sus adversarios, es implacable con sus enemigos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El Señor es Dios celoso, lleno de ira y venganza. ¡Él toma venganza de todos los que se le oponen y persiste en su furia contra sus enemigos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Yavé es un Dios celoso y vengador. Se venga contra sus adversarios y su ira es terrible.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 a YHVH es Dios celoso y justiciero, YHVH se indigna y toma venganza, YHVH toma venganza de sus enemigos, La reserva para sus adversarios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Álef. Dios celoso y vengador es Yahveh, vengador es Yahveh y furibundo, Yahveh se venga de sus adversarios, es implacable con sus enemigos.

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Nahúm 1:2
42 Referans Kwoze  

Cuando está llenando su vientre, Dios le arroja el ardor de su ira, le cubre la carne con lluvia de flechas.


Dios de las venganzas, Yahveh, Dios de las venganzas, manifiéstate.


No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian,


No te postres delante de otro dios porque Yahveh se llama Celoso. Es un Dios celoso.


que guarda su benevolencia por mil generaciones, que tolera culpas, transgresiones y pecados, pero que no deja nada impune y castiga la falta de los padres en los hijos, y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación'.


Yahveh como héroe avanza, como un guerrero excita su ardor; vocea, s, vocifera, contra sus enemigos es un campeón.


¡Despierta, despierta, levántate, Jerusalén! Tú, que bebiste de la mano de Yahveh la copa de su ira; el cáliz, la copa del vértigo la has bebido, la has vaciado.


Tus hijos yacen desmayados, en todas las bocacalles, como ant lope en la red, repleto del furor de Yahveh, de la increpación de tu Dios.


Pues mirad que Yahveh avanza en el fuego y sus carros como el torbellino, para desfogar con furor su ira y su indignación con llamas de fuego.


Yahveh, Dios de Israel, me habló as: toma en tu mano esta copa del vino de la ira, y dásela a beber a todas las naciones a las que te env o,


los profetas que hubo antes de m y de ti, desde siempre, han profetizado guerra, hambre y peste contra pa ses poderosos y contra grandes reinos.


¿Estará enojado por siempre o guardará rencor hasta el fin? Esto es lo que dices, pero haces las maldades que puedes.


A ver si elevan sus plegarias a Yahveh, y se convierte cada uno de su mala conducta; porque es grande la ira y el furor que Yahveh ha predicho contra este pueblo'.


Circuncidaos para Yahveh, quitad el prepucio de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que se desfogue como fuego mi furor y queme, sin que haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras'.


dad alaridos frente a ella en derredor. Ella tiende su mano; sus habitantes se desploman, se derrumban sus murallas. Es la venganza de Yahveh; vengaos de ella. Como ella hizo, hacedle a ella.


Yahveh desahogó su furor, Kaf derramó su ardiente cólera; encendió un fuego en Sión que devoró sus cimientos.


Por eso, profetiza acerca de la tierra de Israel y di a las monta as y a las colinas, a los barrancos y a los valles: 'As dice el Se or Yahveh: Mirad que estoy hablando en mi celo y en mi furor'. Porque habéis soportado el ultraje de las naciones,


Aquel d a, el d a en que venga Gog contra el pa s de Israel - oráculo del Se or Yahveh -, explotará mi furor. En mi ira,


en mi celo, en mi ardiente cólera declaro: ciertamente, en aquel d a habrá un gran terremoto en la tierra de Israel.


'Por eso, as dice el Se or Yahveh: ahora cambiaré la suerte de Jacob, tendré compasión de toda la casa de Israel y seré celoso de mi nombre.


As se desahogará del todo mi ira, saciaré mi furor contra ellos y me vengaré; y entonces sabrán que yo, Yahveh, he hablado en mi celo, cuando desahogue del todo mi furor contra ellos.


El que esté lejos morirá de peste, el que esté cerca caerá a espada y el que quede y sea preservado morirá de hambre, porque voy a desahogar del todo mi furor contra ellos.


Pues bien, también yo obraré con furor; no se apiadará mi vista ni tendré compasión. Clamarán ante mis o dos a grandes gritos, pero no los escucharé'.


Yahveh se llenó de celo por su tierra y perdonó a su pueblo.


yo me opondré a vosotros con furor, y os castigaré yo mismo otras siete veces por vuestros pecados.


¿Qué Dios hay como tú, que perdona el pecado, que pasa por alto la rebeld a del resto de su heredad? No persiste por siempre en su ira, porque se complace en la misericordia.


Entonces el ángel que hablaba conmigo me dijo: 'Proclama: As dice Yahveh Sebaot: celoso estoy de Jerusalén y de Sión con gran celo;


'As dice Yahveh Sebaot: celoso estoy de Sión con gran celo, pasión tan celosa que me arrebata.


'Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha alejado mi cólera contra los israelitas por haber mostrado su celo por m en medio de ellos; por eso yo, en mi celo, no he aniquilado a los israelitas.


No os toméis la justicia por vuestra propia mano, queridos m os, sino dad lugar a la ira [divina]. Porque escrito está: A m me corresponde la venganza; yo daré el pago merecido, dice el Se or.


pues está al servicio de Dios para conducirte al bien. Pero, si haces el mal, teme; pues no en vano lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para castigar al que practica el mal.


Porque Yahveh, tu Dios, es fuego devorador, Dios celoso.


pero que castiga a quien le odia destruyéndole personalmente y no tarda en dar su merecido, en su propia persona, a quien le odia.


Pues bien conocemos al que ha dicho: Para m la venganza y el dar lo merecido. Y en otro lugar: El Se or hará justicia a su pueblo.


Entonces Josué dijo al pueblo: 'No podréis servir a Yahveh, porque es un Dios santo, un Dios celoso, que no soportará vuestras faltas y pecados.


El Se or sabe librar de la prueba a los piadosos y reservar para el castigo hasta el d a del juicio a los imp os,


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