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Mateo 26:63 - Biblia Castilian 2003

63 Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: 'Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios'.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

63 Pero Jesús guardó silencio. Entonces el sumo sacerdote le dijo: —Te exijo, en el nombre del Dios viviente, que nos digas si eres el Mesías, el Hijo de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

63 Pero Jesús se quedó callado. Entonces el sumo sacerdote le dijo: 'En el nombre del Dios vivo te ordeno que nos contestes: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

63 Pero Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios° viviente que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

63 Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: 'Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios'.

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Mateo 26:63
42 Referans Kwoze  

Pero el rey le dijo: '¿Cuántas veces he de conjurarte a que no me digas más que la verdad en nombre de Yahveh?'.


Pero el rey le dijo: '¿Cuántas veces he de conjurarte a que no me digas más que la verdad en nombre de Yahveh?'.


Como anhela la cierva al lado del torrente, as te anhela a ti, oh Dios, el alma m a.


El cómplice del ladrón se odia a s mismo: oye la maldición, pero no lo denuncia.


Era maltratado, y él se humillaba y no abr a la boca, como cordero llevado al matadero y como oveja muda ante sus esquiladores. Él no abr a la boca.


Sidrac, Misac y Abdénago respondieron al rey Nabucodonosor: 'No necesitamos dar una respuesta a tu pregunta.


'Si una persona peca porque, habiendo sido conjurada para declarar, y siendo ella testigo por haberlo visto o sabido, no lo denunció y ha incurrido, por consiguiente, en una falta;


Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: 'Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo'.


Entonces se levantó el sumo sacerdote y le preguntó: '¿Nada respondes? ¿Qué es lo que éstos testifican contra ti?'.


Pero a las acusaciones de los pont fices y los ancianos, él nada respond a.


Pero él no contestó ni una sola palabra a nada, de forma que el procurador estaba muy extra ado.


y diciendo: 'Tú, que destruyes el templo y en tres d as lo reconstruyes: si eres Hijo de Dios sálvate a ti mismo y baja de la cruz'.


Tiene puesta su confianza en Dios: que Dios lo libere ahora, si tanto le ama, puesto que dijo: 'Soy Hijo de Dios''.


Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y dec an: 'Realmente, éste era Hijo de Dios'.


El tentador se le acercó y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.


Pero él callaba y no respond a nada. De nuevo el sumo sacerdote le pregunta y le dice: '¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?'.


Yo lo he visto; y testifico que éste es el Hijo de Dios'.


Natanael le respondió: ' Rabb, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el rey de Israel'.


Lo rodearon los jud os para preguntarle: '¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, d noslo claramente'.


¿cómo dec s vosotros, de aquel a quien el Padre ha consagrado y enviado al mundo: 'Tú blasfemas', porque he dicho: 'Soy Hijo de Dios?'.


Entonces le dijo Pilato: '¿Conque tú eres rey?'. Respondió Jesús: 'S, soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz'.


Respondiéronle los jud os: 'Nosotros tenemos una ley y según esa ley debe morir, porque se ha declarado Hijo de Dios'.


Y entrando otra vez en el pretorio, le dice a Jesús: '¿De dónde eres tú?'. Pero Jesús no le dio respuesta alguna.


Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


Nosotros hemos cre do y sabemos bien que tú eres el Santo de Dios '.


Preguntábanle, pues: '¿Y quién eres tú?'. Jesús les contestó: 'El principio, el que ahora os está hablando.


Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que nosotros, Silvano, Timoteo y yo, proclamamos entre vosotros, no fue s y no, sino que en él se realizó el s.


Cuando lo insultaban, no devolv a el insulto; cuando padec a, no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga con justicia.


Estaban aquel d a los israelitas extenuados. Saúl hab a conjurado al pueblo: '¡Maldito quien coma algo antes del atardecer, antes de que me vengue de mis enemigos!'. Por ello, nadie de la tropa probó bocado.


Entró la gente en el bosque y vió cómo hab a miel destilada, pero nadie se atrevió a llevársela a la boca, por miedo a la imprecación.


Entonces uno de la tropa le dijo: 'Tu padre ha conjurado solemnemente al pueblo: '¡Maldito quien hoy coma algo!'. Y la gente se encuentra extenuada'.


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