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Mateo 24:31 - Biblia Castilian 2003

31 Y enviará a sus ángeles con potente trompeta, para que reúnan a sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo a otro de los cielos.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Enviará a sus ángeles con un potente toque de trompeta y reunirán a los elegidos de todas partes del mundo, desde los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Enviará a sus ángeles, que tocarán la trompeta y reunirán a los elegidos de los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Y enviará a sus ángeles con gran° trompeta, y reunirán a sus escogidos de los cuatro vientos, de un extremo al otro extremo de los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Y enviará a sus ángeles con potente trompeta, para que reúnan a sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo a otro de los cielos.

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Mateo 24:31
44 Referans Kwoze  

Los pobres comerán hasta saciarse, los que buscan al Se or lo alabarán: su corazón ha de vivir por siempre.


El campo da sus frutos y el Se or, nuestro Dios, nos acrecienta.


iniciad el cantar y ta ed el adufe, la lira dulce juntamente con el arpa.


Al tercer d a, cuando llegó la ma ana, hubo truenos y relámpagos y una espesa nube sobre el monte, y un sonido de cuerno muy fuerte. Se echó a temblar todo el pueblo que estaba en el campamento.


Alzará un estandarte a las naciones, reunirá a los dispersos de Israel, a los desperdigados de Judá recogerá de los cuatro extremos de la tierra.


Vienen de tierra lejana, del extremo del cielo, Yahveh y las armas de su ira, para destruir toda la tierra.


Sucederá aquel d a: se tocará la trompeta gigante, y vendrán los perdidos en tierra de Asiria y los dispersos en tierra de Egipto, y adorarán a Yahveh en el monte santo, en Jerusalén.


Cantad a Yahveh un cántico nuevo, su alabanza desde el conf n de la tierra. Brame el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes.


¡Entrégalos! - diré al norte -. ¡No los retengas!, al sur. Traeré a mis hijos desde lejos, a mis hijas del conf n de la tierra,


Volved a m y seréis salvos, confines todos de la tierra; que yo soy Dios y no hay otro.


Alza en torno tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. ¡Vivo yo - oráculo de Yahveh -, que a todos ellos te los vestirás, como adorno, te ce irás con ellos como una novia!


Echa una ojeada en torno y mira: todos se reúnen, vienen a ti. Tus hijos vienen de lejos, tus hijas son llevadas en brazos.


Estaba yo observando durante mi visión nocturna, y de pronto vi que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar,


Huiréis por el valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Yasol. Huiréis, como huisteis del terremoto en tiempo de Oz as, rey de Judá. Entonces vendrá Yahveh, mi Dios, y todos los consagrados con él.


Pregunté: '¿Adónde vas?'. Me contestó: 'A medir Jerusalén, para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud'.


El ángel me respondió: 'Éstos son los que salen en dirección a los cuatro vientos del cielo después de haberse presentado al Se or de toda la tierra.


Destruirá de Efra n los carros, y de Jerusalén los caballos; quebrará los arcos de guerra, anunciará a las naciones la paz. De mar a mar se extenderán sus dominios, desde el R o hasta los confines de la tierra.


Yahveh aparecerá sobre ellos, lanzará sus flechas como rayos. El Se or Yahveh tocará la trompeta y caminará entre las borrascas del sur.


el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los escandalosos y a los que cometen maldades,


Y si no se abreviaran aquellos d as, nadie se salvar a; pero en atención a los elegidos se abreviarán los d as aquellos.


porque surgirán falsos cristos y falsos profetas que harán grandes se ales y prodigios, para enga ar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.


Aprended de la higuera esta parábola: cuando sus ramas se ponen ya tiernas y comienzan a brotar las hojas, os dais cuenta de que está cerca el verano.


Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.


Y acercándose Jesús a ellos, les habló as: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.


Y entonces Él enviará a los ángeles y reunirá a sus escogidos desde los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.


y que en su nombre hab a de predicarse la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.


y no por la nación sola, sino también para reunir juntos a los hijos de Dios que estaban dispersos.


Pero pregunto: ¿es que no han o do? ¡Claro que s ! Por toda la tierra se difundió su voz, y hasta el fin del universo llegaron sus palabras.


en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al sonido de la última trompeta; porque ésta sonará, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados.


referente a la econom a de la plenitud de los tiempos: recapitular todas las cosas en Cristo, las que están en el cielo y las que están en la tierra.


Aunque tus desterrados estuvieran en la otra punta del cielo, de all te reunirá Yahveh, tu Dios, y de all te recogerá.


Pregunta, pues, a los tiempos antiguos que te han precedido, desde el d a en que Dios creó al hombre sobre la tierra, y desde el uno al otro extremo del cielo: ¿ha sucedido jamás cosa tan grande como ésta, o se ha o do algo semejante?


Pues cuando se dé la orden, a la voz de un arcángel y al son de una trompeta de Dios, el mismo Se or descenderá del cielo y resucitarán en primer lugar los muertos en Cristo;


Y ahora, hermanos, a propósito de la parus a de nuestro Se or Jesucristo y de nuestra reunión con él, os hacemos un ruego:


sonido de trompeta, estruendo de palabras tales que los que las o an ped an que se acabaran.


En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto a mi diestra y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias; y los siete candelabros son las siete Iglesias'.


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Después vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro confines de la tierra, que reten an los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.


Vi a los siete ángeles que están de pie ante Dios. Les dieron siete trompetas.


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