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Mateo 22:16 - Biblia Castilian 2003

16 Y le env an unos disc pulos suyos, con los herodianos, para decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que ense as realmente el camino de Dios y que nada te importa de nadie, porque no te fijas en las apariencias de las personas.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Enviaron a algunos de sus discípulos, junto con los partidarios de Herodes, a buscarlo. —Maestro —dijeron—, sabemos lo honesto que eres. Enseñas con verdad el camino de Dios. Eres imparcial y no tienes favoritismos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Le enviaron, pues, discípulos suyos junto con algunos partidarios de Herodes a decirle: 'Maestro, sabemos que eres honrado y que enseñas con sinceridad el camino de Dios. No te preocupas por quién te escucha, ni te dejas influenciar por nadie.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y le enviaron a los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y con verdad enseñas el camino de Dios, y no te cuidas de nadie,° pues no miras la apariencia de los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Y le envían unos discípulos suyos, con los herodianos, para decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que enseñas realmente el camino de Dios y que nada te importa de nadie, porque no te fijas en las apariencias de las personas.

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Mateo 22:16
36 Referans Kwoze  

Pero Miqueas respondió: '¡Vive Yahveh, que sólo anunciaré lo que Yahveh me diga!'.


Salva, Se or, pues se acaban los piadosos, se terminan los fieles de entre los hijos de los hombres.


Condúceme, Se or, en tu justicia y, en vista de quienes me acechan, allana tus caminos a mi paso.


Ponen su mano en los amigos y violan la alianza;


El hombre que adula a su prójimo le tiende una red a sus pasos.


Ense anza de verdad hab a en su boca y no hab a iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo y a muchos apartaba de la iniquidad.


Por eso, también yo os he hecho despreciables y viles ante todo el pueblo, de la misma manera que vosotros no habéis seguido mis caminos no habéis sido imparciales ante la ley.


'Maestro, Moisés dijo: Si uno muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer de aquél, para dar sucesión al hermano difunto.


Igualmente, el segundo y el tercero, y as hasta los siete.


Él respondió: 'Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: 'El Maestro dice: mi tiempo está cerca; voy a celebrar en tu casa la cena de la Pascua con mis disc pulos''.


Y en seguida, acercándose a Jesús, le dijo: '¡Salve, Rabb ! '. Y lo besó.


Sal a él de camino cuando corrió hacia él uno que, arrodillándose ante él, le preguntaba: 'Maestro bueno, ¿qué har a yo para heredar vida eterna?'.


Luego le env an algunos fariseos y herodianos para cazarlo en alguna palabra.


Llegan, pues, y le dicen: 'Maestro, sabemos que eres sincero y que nada te importa de nadie; porque no te fijas en las apariencias de las personas, sino que ense as realmente el camino de Dios. ¿Es l cito pagar tributo al César: s o no? ¿Debemos pagarlo o no debemos pagarlo?'.


Los fariseos, apenas salieron, junto con los herodianos, en seguida acordaron en consejo contra Jesús la manera de acabar con él.


Él se puso a recomendarles: '¡Estad alerta! Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la levadura de Herodes'.


Hiciéronle, pues, esta pregunta: 'Maestro, sabemos que hablas y ense as con rectitud y que no te importa la condición de las personas, sino que ense as realmente el camino de Dios.


Entonces tomó Jesús la palabra y le dijo: 'Simón, tengo que decirte una cosa'. Y él contestó: 'Dime, Maestro'.


Respóndele Jesús: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre, sino por m.


Entonces le dijo Pilato: '¿Conque tú eres rey?'. Respondió Jesús: 'S, soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz'.


El que habla por su cuenta busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es sincero y no hay en él fals a alguna.


Porque nosotros no somos como tantos que adulteran la palabra de Dios, sino que, con toda sinceridad, como enviados de Dios, hablamos ante Dios en Cristo.


Al contrario, hemos renunciado a los encubrimientos vergonzantes y no procedemos con astucia ni falseamos la palabra de Dios, sino que, por el contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.


As que nosotros, desde ahora en adelante, a nadie conocemos por su condición puramente humana; y aunque hubiéramos conocido a Cristo por su condición puramente humana, ahora ya no lo conocemos as.


¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todav a tratara de agradar a los hombres, no ser a siervo de Cristo.


Y de parte de los que eran tenidos por más calificados - cómo fueron ellos en el pasado es cosa que no me interesa; Dios no discrimina a las personas -; digo que los más calificados nada nuevo me impusieron.


el que dijo de su padre y de su madre: no les he visto, el que no reconoce a sus hermanos, y a sus hijos ignora; pues ellos guardaron tu palabra y conservarán tu alianza.


sino que, por haber sido Dios el que nos ha juzgado dignos de que se nos confiara el evangelio, as lo predicamos, no buscando el aplauso, no de los hombres, sino de Dios, que examina nuestros corazones.


Mas la sabidur a de arriba es, ante todo, pura; luego, pac fica, moderada, indulgente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sincera.


Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios la vida eterna.


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