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Mateo 20:30 - Biblia Castilian 2003

30 En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que pasaba Jesús, se pusieron a gritar: '¡Se or! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!'

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Dos hombres ciegos estaban sentados junto al camino. Cuando oyeron que Jesús venía en dirección a ellos, comenzaron a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 En algún momento, dos ciegos estaban sentados a la orilla del camino, y al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: '¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 y he aquí dos° ciegos, sentados junto al camino, al oír que Jesús estaba° pasando, gritaron, diciendo: ¡Señor,° ten misericordia de nosotros, Hijo de David!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que pasaba Jesús, se pusieron a gritar: '¡Señor! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!'

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Mateo 20:30
21 Referans Kwoze  

el Se or, el que a los ciegos da la vista, el Se or, el que pone en pie a los ca dos, el Se or, el que ama al justo,


Oirán aquel d a las palabras del libro los sordos, y sin tiniebla ni oscuridad los ojos de los ciegos verán.


Guiaré a los ciegos por camino que ignoran, por senderos desconocidos los encaminaré. Cambiaré ante ellos la oscuridad en luz, y lo escabroso en llanura. Éstas son las cosas que haré y no las abandonaré.


¡Sordos, escuchad! ¡Ciegos, mirad y ved!


Palpamos como ciegos la pared y como los sin ojos andamos a tientas; tropezamos al mediod a como al crepúsculo, en pleno vigor somos como los muertos.


Según iba sembrando, parte de la semilla cayó al borde del camino y vinieron los pájaros y se la comieron.


En esto, una mujer cananea, salida de aquellos contornos, le dec a a gritos: '¡Ten compasión de m, Se or, Hijo de David! Mi hija está atrozmente atormentada por un demonio'.


El pueblo los reprendió para que callaran; pero ellos gritaban más fuerte: '¡Se or! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!'


Se le acercaron en el templo ciegos y cojos y los curó.


La gente que iba delante y detrás, gritaba diciendo: '¡ Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Se or! ¡ Hosanna en las alturas!'.


'¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?'. Ellos le responden: 'De David'.


Llegan, pues, a Jericó. Y al salir él de Jericó, con sus disc pulos y numeroso pueblo, el hijo de Timeo, Bartimeo, mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.


El esp ritu del Se or está sobre m, porque me ha ungido para anunciar la buena nueva a los pobres; me ha enviado a proclamar a los cautivos libertad y recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos,


En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de esp ritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista.


pero siendo como era profeta, y sabiendo que Dios le hab a asegurado bajo juramento que un descendiente suyo se sentar a sobre su trono,


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