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Marcos 8:23 - Biblia Castilian 2003

23 Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea, le puso saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: '¿Ves algo?'.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera de la aldea. Luego escupió en los ojos del hombre, puso sus manos sobre él y le preguntó: —¿Puedes ver algo ahora?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo. Después le mojó los ojos con saliva, le impuso las manos y le preguntó: '¿Ves algo?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera° de la aldea, y después de escupirle° en los ojos y poner las manos sobre él, le preguntaba: ¿Ves algo?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea, le puso saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: '¿Ves algo?'.

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Marcos 8:23
12 Referans Kwoze  

As dice Yahveh, tu creador, tu formador desde el seno, que te ayuda: no temas, siervo m o Jacob, Yesurún, a quien eleg.


No tiene quien la gu e entre todos los hijos que engendró; no tiene quien la tome de la mano entre todos los hijos que crió.


No como la alianza que sellé con sus padres el d a en que los tomé de la mano para sacarlos del pa s de Egipto. Ellos rompieron mi alianza, y yo los traté como se or - oráculo de Yahveh -.


y le suplica con mucha insistencia: 'Mi hijita se está muriendo; ven a imponer tus manos sobre ella, para que sane y viva'.


Él, llevándoselo aparte, fuera de la gente, le metió los dedos en los o dos y con saliva le tocó la lengua.


Comenzando a entrever, dec a: 'Veo hombres; me parecen árboles, pero me doy cuenta de que andan'.


Luego lo mandó a su casa, advirtiéndole: 'Ni siquiera entres en la aldea'.


Se levantó, pues, Saulo del suelo y aunque ten a los ojos abiertos nada ve a; lo llevaron, pues, de la mano, hasta Damasco.


No será como la alianza que sellé con sus padres el d a en que los tomé de la mano para sacarlos del pa s de Egipto. Porque ellos no permanecieron en mi alianza, también yo me desinteresé de ellos - dice el Se or.


Te aconsejo que compres de mi oro acrisolado por el fuego para enriquecerte, vestiduras blancas para vestirte y no quede descubierta la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos y puedas ver.


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