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Marcos 3:2 - Biblia Castilian 2003

2 y estaban espiando a Jesús a ver si lo curaba en sábado, para poder acusarlo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jesús en día sábado. Con esto tendrían motivo para acusarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y lo observaban, por si lo sanaría° en sábado, para que lo acusaran.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y estaban espiando a Jesús a ver si lo curaba en sábado, para poder acusarlo.

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Marcos 3:2
12 Referans Kwoze  

Al acecho del justo está el imp o, Sade buscando cómo pueda darle muerte;


Yo o a el cuchicheo de la gente: ¡Terror en derredor! ¡Denunciadlo! ¡Denunciémoslo! Todos mis amigos están espiando un desliz m o: 'A ver si se deja seducir; le dominaremos y de él nos vengaremos'.


Pues bien, como Daniel sobresal a entre los inspectores y los sátrapas, porque pose a un esp ritu extraordinario, el rey pensó ponerlo al frente de todo el reino.


Hab a un hombre que ten a una mano seca; y para poder acusar a Jesús, le preguntaron: '¿Es l cito curar en sábado?'


Dice entonces al hombre que ten a la mano seca: 'Ponte aqu delante'.


Un sábado entró a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos; y éstos lo estaban acechando.


Luego ellos se pusieron a acecharlo y le enviaron esp as que fingieran ser hombres virtuosos, para sorprenderlo en alguna palabra, con el fin de entregarlo al poder y autoridad del procurador.


Los escribas y los fariseos lo espiaban a ver si lo curaba en sábado, para encontrar de qué acusarlo.


Dec an esto para tenderle un lazo, con el fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escrib a en el suelo con el dedo.


Algunos fariseos dec an: 'Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado'. Pero otros replicaban: '¿Cómo puede un pecador realizar se ales como éstas?'. Y hab a división entre ellos.


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