Marcos 10:48 - Biblia Castilian 2003

⁴⁸ Muchos lo reprend an para que se callara; pero él gritaba todav a más fuerte: '¡Hijo de David, ten compasión de m !'.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁸ Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁸ «¡Cállate!», muchos le gritaban, pero él gritó aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁸ Muchas personas trataban de hacerlo callar. Pero él gritaba con más fuerza: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁸ Y muchos lo reprendían para que callara, pero él gritaba más y más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁸ Muchos lo reprendían para que se callara; pero él gritaba todavía más fuerte: '¡Hijo de David, ten compasión de mí!'.

Marcos 10:48 Referans Kwoze

Salmos 62:12

Una cosa ha dicho Dios, estas dos yo he escuchado: que de Dios es el poder

Jeremías 29:13

cuando me busquéis, me encontraréis,

Mateo 19:13

Entonces le presentaron unos ni os para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los disc pulos los reprendieron.

Mateo 20:31

El pueblo los reprendió para que callaran; pero ellos gritaban más fuerte: '¡Se or! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!'

Mateo 9:27

Cuando Jesús se marchaba de all, le siguieron dos ciegos gritando: '¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!'.

Marcos 10:13

Le presentaban unos ni os para que los tocara; pero los disc pulos los reprendieron.

Marcos 5:35

Todav a estaba él hablando, cuando llegan unos de casa del jefe de la sinagoga para avisar a éste: 'Tu hija ha muerto. ¿Para qué seguir molestando al maestro?'.

Lucas 18:39

Los que iban delante le reprend an para que callara; pero él gritaba todav a más fuerte: '¡Hijo de David, ten compasión de m !'.

Efesios 6:18

Con toda clase de oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Esp ritu, y velad juntos y con perseverancia, intercediendo por todo el pueblo santo,

Hebreos 5:7

Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.