Marcos 1:35 - Biblia Castilian 2003

³⁵ Por la ma ana, muy temprano, antes de amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y se quedó all orando.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ A la mañana siguiente, antes del amanecer, Jesús se levantó y fue a un lugar aislado para orar.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Levantándose muy de mañana, estando aún oscuro, salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ Por la mañana, muy temprano, antes de amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y se quedó allí orando.

Marcos 1:35 Referans Kwoze

Salmos 109:4

Como pago a mi amor, ellos me acusan, mientras yo por ellos suplicaba;

Salmos 5:3

escucha el rumor de mis gemidos, tú, mi rey y mi Dios, que a ti va mi plegaria.

Mateo 14:13

Cuando Jesús recibió esta noticia, se alejó de all a solas en una barca a un lugar desierto. Pero, al enterarse la gente, lo siguieron por tierra desde las ciudades.

Mateo 14:23

Después de despedirlo, subió al monte para orar a solas. Al anochecer, estaba all él solo.

Marcos 1:36

Simón y sus compa eros salieron a buscarlo

Lucas 5:16

Él, sin embargo, se retiraba a lugares deshabitados y oraba.

Lucas 6:12

Por aquellos d as, salió hacia el monte para orar y pasó la noche en oración ante Dios.

Juan 4:34

Jesús les responde: 'Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra.

Juan 6:15

Entonces Jesús, conociendo que pretend an llevárselo a la fuerza para proclamarlo rey, se retiró de nuevo al monte él solo.

Efesios 6:18

Con toda clase de oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Esp ritu, y velad juntos y con perseverancia, intercediendo por todo el pueblo santo,

Filipenses 2:5

Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús:

Hebreos 5:7

Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.