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Malaquías 3:5 - Biblia Castilian 2003

5 Me llegaré a vosotros para el juicio y seré un testigo irrefutable contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, contra los que defraudan el jornal del jornalero, avasallan a la viuda y al huérfano y oprimen al forastero mostrando as que no me temen - dice Yahveh Sebaot -.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 »En ese día, yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra todos los hechiceros, los adúlteros y los mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados con sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hace estas cosas no me teme», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Cuando venga a ustedes para hacer justicia, exigiré un castigo inmediato para los hechiceros y los adúlteros, para los que hacen falsos juramentos, para los que abusan del asalariado, de la viuda y del huérfano, para los que no respetan los derechos del extranjero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Vendré a vosotros para celebrar juicio, y seré testigo exacto contra los hechiceros y los adúlteros, contra quienes juran en falso, contra quienes defraudan el salario del jornalero, de la viuda y del huérfano, y contra los que hacen tropezar al extranjero, no teniendo temor de mí, dice YHVH Sebaot.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Me llegaré a vosotros para el juicio y seré un testigo irrefutable contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, contra los que defraudan el jornal del jornalero, avasallan a la viuda y al huérfano y oprimen al forastero mostrando así que no me temen -dice Yahveh Sebaot-.

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Malaquías 3:5
63 Referans Kwoze  

Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matar an por causa de mi mujer.


Al tercer d a les dijo José: 'Soy hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestras vidas.


En cambio, los gobernadores que me hab an precedido hab an gravado al pueblo: además de quitarles pan y vino, les exig an cuarenta siclos de plata. También sus criados oprim an al pueblo. Pero yo no proced as, por temor de Dios.


es un fuego que devora hasta Abadón, que podr a consumir toda mi hacienda.


Como esclavo que busca la sombra, como obrero que espera su salario,


Del director. Del siervo de Yahveh. De David.


En la angustia me llamaste y te salvé, te respond en el escondrijo de los truenos, en las aguas de Meribá te probé. Selah


delante del Se or que hace su entrada, que viene, cierto, a gobernar la tierra. Él regirá con la justicia el orbe, con su fidelidad a las naciones.


delante del Se or, que viene a gobernar la tierra. Él regirá con rectitud el orbe, con equidad a las naciones.


Pero las parteras tem an a Dios y no obedecieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaban con vida también a los ni os.


Pero elige de entre todo el pueblo hombres de valer, temerosos de Dios, hombres fieles, que aborrezcan la ganancia injusta, y ponlos al frente de ellos como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez;


No pronunciarás el nombre de Yahveh, tu Dios, en vano; pues Yahveh no dejará impune al que pronuncie en vano su nombre.


No molestarás al extranjero, ni lo oprimirás, pues extranjeros fuisteis vosotros en el pa s de Egipto.


Con bondad y lealtad se exp a la culpa, con el temor de Yahveh se evita el mal.


(El temor de Yahveh odia el mal). Aborrezco la arrogancia y la soberbia, la mala conducta y el lenguaje perverso.


Vosotros, acercaos acá, hijos de la agorera, linaje de adúltero y de prostituida:


Porque el pa s está lleno de adúlteros, porque a causa de la maldición el pa s está triste, se han secado los oasis del desierto. Corren hacia el mal y su poder es injusto.


Porque os están profetizando una mentira, para alejaros de vuestro pa s; pues yo os expulsaré y pereceréis.


Vosotros, por tanto, no debéis escuchar a vuestros profetas, a vuestros adivinos, a vuestros so adores, a vuestros agoreros y a vuestros magos, que os dicen: no tendréis que servir al rey de Babilonia.


puesto que hicieron una torpeza en Israel, cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos y dijeron en mi nombre palabras mentirosas que no les hab a encargado. Yo mismo lo sé y soy testigo' - oráculo de Yahveh -.


Ellos dijeron a Jerem as: 'Que Yahveh sea contra nosotros testigo ver dico y fiel, si no obramos en todo de acuerdo con la orden que Yahveh, tu Dios, te transmita para nosotros.


Pues aunque dicen: '¡Por vida de Yahveh!', lo cierto es que juran en falso.


¿No voy a castigar estas cosas? - oráculo de Yahveh -. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?


No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás. No dormirá contigo, hasta la ma ana siguiente, el salario de tu jornalero.


Si un hombre comete adulterio con la mujer de otro, ambos adúlteros morirán sin remisión.


El hombre o la mujer que practiquen la nigromancia o la adivinación morirán sin remisión. Serán lapidados y su sangre caerá sobre ellos'.


Si alguien acude a los nigromantes y a los adivinos y se prostituye con ellos, yo volveré mi rostro contra él y lo extirparé de en medio de su pueblo.


¡Escuchad, pueblos todos! ¡Atiende, tierra, y cuanto contienes! Sea testigo el Se or Yahveh contra vosotros, el Se or desde su santo templo.


¿No eres tú desde siempre, Yahveh, mi Dios, mi Santo, tú que no puedes morir? Para juzgar, ¡oh Yahveh!, lo designaste, para castigar, ¡oh Roca!, lo pusiste.


Yo les dije: 'Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo'. Ellos pesaron mi salario: treinta monedas de plata.


El hijo honra a su padre, y el siervo a su se or. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy se or, ¿dónde está mi temor? Yahveh Sebaot os habla, sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Vosotros dec s: '¿En qué menospreciamos tu nombre?'.


Vosotros preguntáis: '¿Por qué?'. Porque Yahveh es testigo entre ti y la esposa de tu juventud, a la cual has traicionado, a pesar de ser tu compa era y la mujer de tu alianza.


Molestáis a Yahveh con vuestras palabras y preguntáis: '¿En qué le molestamos?'. En que pensáis: 'Todos los que hacen el mal son buenos a los ojos de Yahveh, y en éstos se complace'; o cuando dec s: '¿Dónde está el Dios de la justicia?'.


Pero el otro lo reprendió, diciendo: '¿Ni siquieras tú temes a Dios, tú que estás padeciendo el mismo suplicio?


¿Y por qué - como se nos calumnia y como algunos dicen que afirmamos nosotros - no habr amos de hacer el mal para que venga el bien? Con toda justicia son condenados estos tales.


pero al dejarlo en libertad no lo enviarás con las manos vac as,


y no ha de haber entre vosotros nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien se dé a la adivinación, a la observación de las nubes, a la magia, a la hechicer a;


No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda el vestido de la viuda.


Maldito el que tuerza el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y todo el pueblo dirá: Amén.


No pronunciarás el nombre de Yahveh, tu Dios, en vano, pues Yahveh no dejará impune al que pronuncie en vano su nombre.


y que nadie, en este asunto, ofenda o enga e a su hermano. Porque el vengador de todo esto es el Se or, como ya os lo dijimos de antemano y os lo atestiguamos.


Tengan todos en alta estima el matrimonio y sea sin mancha el lecho conyugal. Pues Dios condenará a libertinos y adúlteros.


Ante todo, hermanos m os, no juréis ni por el cielo ni por la tierra ni con ningún otro juramento. Que vuestro 's ' sea 's ', y que vuestro 'no' sea 'no', para que no caigáis en juicio.


Mirad: el jornal que habéis escamoteado a los obreros que segaron vuestros campos está clamando y los clamores de los segadores han llegado a los o dos del Se or de los ejércitos.


Pero los cobardes, los incrédulos, los culpables de abominación, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, compartirán el lago que arde con fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte'.


Fuera quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira'.


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