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Malaquías 2:8 - Biblia Castilian 2003

8 Pero vosotros os habéis apartado del camino, habéis hecho tropezar a muchos con vuestra ense anza, habéis destruido la alianza de Lev - dice Yahveh Sebaot -.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Pero ustedes se han desviado del camino, dice Yavé de los ejércitos, y han hecho que muchos tropiecen en cosas de la Ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero vosotros os habéis apartado del camino, servido de tropiezo a muchos en la Ley, y habéis corrompido el pacto de Leví, dice YHVH Sebaot.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pero vosotros os habéis apartado del camino, habéis hecho tropezar a muchos con vuestra enseñanza, habéis destruido la alianza de Leví -dice Yahveh Sebaot-.

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Malaquías 2:8
34 Referans Kwoze  

El sacerdote Ur as construyó el altar; siguiendo en todo las instrucciones que le hab a enviado el rey Ajaz desde Damasco, as lo realizó el sacerdote Ur as antes de que el rey Ajaz volviera de Damasco.


¡Acuérdate de ellos, oh Dios m o, por haber profanado el sacerdocio y el pacto de los sacerdotes y de los levitas!


De tus juicios no disiento, pues eres tú el que me ense a.


Según mi rectitud, as el socorro; mi pureza de obrar recibe recompensa.


Según su prudencia es estimado el hombre; el de perverso corazón cae en el desprecio.


apartaos del camino, desviaos del sendero, dejadnos en paz con tanto repetir: ¡El Santo de Israel!'.


prevaricar y renegar de Yahveh, apartarnos de seguir a nuestro Dios, tratar de opresión y rebeld a, concebir y musitar palabras mentirosas;


Por eso no tendrá Yahveh compasión de sus jóvenes, no se compadecerá de sus huérfanos y viudas. Pues todos ellos son imp os y malvados y toda boca profiere necedades. Con todo esto, no se calmó su ira, y su mano está aún extendida.


¡Yahveh, esperanza de Israel! Todos los que te abandonan serán confundidos, los que de ti se apartan serán inscritos en el polvo, porque abandonaron a Yahveh, fuente de aguas vivas.


As dice Yahveh: Maldito el hombre que conf a en el hombre, que hace de la carne su apoyo y aparta de Yahveh su corazón.


Pues a m me olvidó mi pueblo, incensaron a la nada. Los han hecho tropezar en sus caminos, en los antiguos senderos, para que anduvieran por veredas, por caminos no pisados;


Los sacerdotes no preguntaron: '¿Dónde está Yahveh?'. Ni los que se ocupan de mi ley me conocieron. Los pastores se rebelaron contra m; los profetas profetizaron por Baal y se fueron tras los que de nada sirven.


Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis cosas santas; no distinguen entre lo sacro y lo profano, no ense an la diferencia entre lo impuro y lo puro; se tapan los ojos para no ver mis sábados, y soy profanado en medio de ellos.


'Pero también los levitas que se alejaron de m cuando Israel se descarriaba y me abandonaron para ir tras sus dolos llevarán su castigo:


Puesto que lo sirvieron ante sus dolos y fueron para la casa de Israel ocasión de pecado, por eso juré con la mano en alto contra ellos - oráculo del Se or Yahveh - que tendr an su castigo.


al admitir extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de cuerpo, para que estén en mi santuario y profanen mi templo, pues cuando me presentabais la comida, la grasa y la sangre, romp ais mi alianza con todas vuestras abominaciones!'.


Perece mi pueblo por falta de sabidur a. Porque tú has rechazado la sabidur a, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


No profanará a sus descendientes entre los suyos, porque soy yo, Yahveh, quien le santifico.'


Sus profetas son vanidosos, impostores; sus sacerdotes profanan lo santo, quebrantan la ley.


El hijo honra a su padre, y el siervo a su se or. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy se or, ¿dónde está mi temor? Yahveh Sebaot os habla, sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Vosotros dec s: '¿En qué menospreciamos tu nombre?'.


Mi alianza con él era la vida y la paz; y yo se las di, para que con temor me respetara y reverenciara mi nombre.


Por eso digo: 'Yo le doy mi alianza de paz,


una alianza que le asegurará a él, y a su descendencia después de él, el sacerdocio a perpetuidad, por haber mostrado su celo por su Dios y haber expiado por los israelitas''.


Lo mejor es no comer carne ni beber vino ni hacer nada en que pueda tropezar tu hermano.


Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros se halle un corazón malvado e incrédulo que lo aparte del Dios vivo;


As, el pecado de estos jóvenes era extremadamente grande a los ojos de Yahveh, porque atra an el descrédito sobre las ofrendas a Yahveh.


No, hijos m os; no es bueno lo que de vosotros oigo: que hacéis que el pueblo de Yahveh se aparte de él.


Por eso, éste es el oráculo de Yahveh, Dios de Israel: yo hab a dicho que tu casa y la casa de tu padre caminar an en mi presencia por siempre. Pero ahora - oráculo de Yahveh -, ¡lejos de m tal cosa! Porque yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.


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