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Lucas 8:37 - Biblia Castilian 2003

37 Entonces toda la multitud de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos; pues estaban dominados por un miedo enorme. Entró, pues, en una barca y se volvió.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 Y todos los habitantes de la región de los gerasenos le suplicaron a Jesús que se fuera y los dejara en paz, porque una gran ola de miedo se apoderó de ellos. Entonces Jesús regresó a la barca y se fue y cruzó nuevamente al otro lado del lago.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Un miedo muy fuerte se apoderó de ellos y todo el pueblo del territorio de los gerasenos pidió a Jesús que se alejara. Cuando Jesús subió a la barca para volver,

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Pero toda la multitud de alrededor de los gerasenos° le rogó que se alejara de ellos, porque estaban sobrecogidos de un gran temor. Y entrando en una barca, regresó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Entonces toda la multitud de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos; pues estaban dominados por un miedo enorme. Entró, pues, en una barca y se volvió.

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Lucas 8:37
16 Referans Kwoze  

Ella dijo entonces a El as: '¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has venido a mi para recordar mis culpas y hacer morir a mi hijo?'.


Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le suplicaron que abandonase aquellos territorios.


Entonces se pusieron a rogar a Jesús que se alejara de aquellos territorios.


Quien a vosotros escucha, a m me escucha; y quien a vosotros desprecia, a m me desprecia. Pero quien me desprecia a m, desprecia a aquel que me ha enviado'.


Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de m, Se or, que soy hombre pecador'.


Cuando vio a Jesús, se echó a sus pies y dijo a grandes gritos: '¿Qué tienes tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Alt simo? Por favor, te ruego que no me atormentes'.


Los que lo hab an presenciado contaban a los demás cómo hab a sido curado el endemoniado.


El hombre de quien hab an salido los demonios le rogaba que le permitiera acompa arlo; pero él lo despidió, diciéndole:


Y si algunos no os reciben, salid de aquella ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos'.


vinieron a presentarles sus excusas y, después de liberarlos, les rogaron que se fueran de la ciudad.


¿Por qué, pues, ahora hemos de morir devorados por ese fuego tan grande? Si seguimos oyendo la voz de Yahveh, nuestro Dios, moriremos.


Y la gente de Bet Semes dec a: '¿Quién podrá permanecer en presencia de Yahveh, este Dios santo, y hacia quién irá cuando se aleje de nosotros?'.


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