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Lucas 23:28 - Biblia Castilian 2003

28 Volviéndose hacia ellas, Jesús les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloréis por m; llorad, más bien, por vosotras y por vuestros hijos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Entonces Jesús se dio la vuelta y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Volviéndose hacia ellas, Jesús les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad, más bien, por vosotras y por vuestros hijos.

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Lucas 23:28
10 Referans Kwoze  

Soy morena, pero hermosa, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Quedar, como los pabellones de Salmá.


Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro por las gacelas y las ciervas de los campos: no despertéis ni desveléis a mi amor hasta que quiera.


sus columnas son de plata, su respaldo de oro, su asiento de púrpura, su interior tapizado con amor por las jóvenes de Jerusalén.


Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro por las gacelas y las ciervas de los campos: no despertéis ni desveléis a mi amor hasta que quiera.


Su boca es la dulzura y todo él deseable. Tal es mi amado, as es mi compa ero, muchachas de Jerusalén.


Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro: si encontráis a mi amado ¿qué le habéis de decir? Que estoy enferma de amor.


Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro: no despertéis ni desveléis a mi amor hasta que quiera.


Le segu a una gran muchedumbre de pueblo, también mujeres, que iban llorando y lamentándose por él.


Porque se acercan d as en que se dirá: '¡Dichosas las estériles! ¡Bienaventurados los senos que no engendraron y los pechos que no criaron!'.


Ved que viene con las nubes. Y lo verán todos, incluso los que lo traspasaron. Y por él se lamentarán todas las tribus de la tierra. S. Amén.


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