Levítico 25:38 - Biblia Castilian 2003

³⁸ Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué del pa s de Egipto para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.'

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁸ Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁸ Yo soy el Señor tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto para darte la tierra de Canaán y para ser tu Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁸ pues yo soy Yavé, el Dios de ustedes, que los saqué de la tierra de Egipto para darles la tierra de Canaán y ser su Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁸ Yo soy YHVH vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para daros la tierra de Canaán y para ser vuestro Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁸ Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué del país de Egipto para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.'

Levítico 25:38 Referans Kwoze

Génesis 17:7

Estableceré mi alianza contigo, y con tu posteridad después de ti, de generación en generación: una alianza perpetua, para ser yo tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

Éxodo 20:2

'Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.

Jeremías 31:1

En aquel tiempo - oráculo de Yahveh -, seré el Dios de todas las tribus de Israel y ellas serán mi pueblo.

Jeremías 31:33

Ésta será la alianza que sellaré con la casa de Israel, después de aquellos d as - oráculo de Yahveh -: Pongo mi ley en su interior y la escribo en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Jeremías 32:38

Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.

Levítico 11:45

Porque yo soy Yahveh, el que os he sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Sed santos, porque yo soy santo.

Levítico 25:37

No le prestarás dinero con interés ni impondrás recargo a sus alimentos.

Números 15:41

Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os hice salir del pa s de Egipto para ser vuestro Dios: yo, Yahveh, vuestro Dios'.

Hebreos 11:16

pero, de hecho, aspiran a una patria superior, o sea, a la del cielo. Y as se explica que Dios no tenga ante ellos reparo de ser invocado como Dios suyo, porque para ellos ten a preparada una ciudad.