Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Levítico 25:17 - Biblia Castilian 2003

17 No os perjudiquéis los unos a los otros; tendrás temor de tu Dios, pues yo soy Yahveh, vuestro Dios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Y no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Muestra tu temor a Dios al no aprovecharse el uno del otro. Yo soy el Señor tu Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Ninguno de ustedes dañe a su prójimo; antes bien, teme a tu Dios, pues yo soy Yavé tu Dios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Ninguno oprima a su prójimo. Temerás a tu Dios, porque Yo soy YHVH vuestro Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 No os perjudiquéis los unos a los otros; tendrás temor de tu Dios, pues yo soy Yahveh, vuestro Dios.

Gade chapit la Kopi




Levítico 25:17
32 Referans Kwoze  

Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matar an por causa de mi mujer.


Él le dijo: 'No extiendas tu brazo sobre el ni o, ni le hagas nada, porque ahora sé que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único hijo'.


y cuando no hay en esta casa otro mayor que yo, y ninguna cosa me ha negado, sino a ti, porque eres su mujer, ¿voy a cometer yo este grande mal y pecar contra mi Dios?'.


Al tercer d a les dijo José: 'Soy hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestras vidas.


Ahora, pues, sea con vosotros el temor de Yahveh. Mirad lo que hacéis, porque no hay en Yahveh, nuestro Dios, ni injusticia ni acepción de personas ni admisión de soborno'.


En cambio, los gobernadores que me hab an precedido hab an gravado al pueblo: además de quitarles pan y vino, les exig an cuarenta siclos de plata. También sus criados oprim an al pueblo. Pero yo no proced as, por temor de Dios.


Y a ad: 'No está bien lo que hacéis. ¿No deber ais caminar en el temor de nuestro Dios, para evitar los insultos de nuestros enemigos los gentiles?


sus mandatos son rectos, alegran las entra as; sus preceptos son puros, iluminan los ojos,


Respondió Moisés al pueblo: 'No temáis, que Dios ha venido para poneros a prueba y para que tengáis ante vuestros ojos su temor y no pequéis'.


El principio de la ciencia es el temor de Yahveh. Los necios desprecian sabidur a y disciplina.


Quien oprime al débil ofende a su Hacedor; quien se apiada del pobre, lo honra.


Con bondad y lealtad se exp a la culpa, con el temor de Yahveh se evita el mal.


No robes al pobre por ser pobre; no oprimas al débil en la puerta,


Yahveh entra en juicio con los ancianos de su pueblo y sus jefes: 'Habéis abrasado la vi a, el despojo del pobre está en vuestras casas.


Juzgó la causa del pobre y del necesitado, y entonces le iba bien. ¿No es esto conocerme? - oráculo de Yahveh -.


No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás. No dormirá contigo, hasta la ma ana siguiente, el salario de tu jornalero.


No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo, Yahveh.


Te pondrás de pie ante las canas y honrarás al anciano. Teme a tu Dios. Yo, Yahveh.


Si realizáis operaciones de compra y venta no os perjudiquéis unos a otros.


No le exijas intereses ni recargos, antes bien, teme a tu Dios, y deja que tu hermano viva contigo.


No le tratarás con aspereza, sino que temerás a tu Dios.


Me llegaré a vosotros para el juicio y seré un testigo irrefutable contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, contra los que defraudan el jornal del jornalero, avasallan a la viuda y al huérfano y oprimen al forastero mostrando as que no me temen - dice Yahveh Sebaot -.


Os voy a indicar a quién habéis de temer: temed a quien, después de haber matado, tiene poder para arrojar a la gehenna. S, os lo repito: a ése habéis de temer.


piadoso y temeroso de Dios, él y toda su familia, que hac a muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios continuamente.


sino que le es agradable todo el que, sea de la raza que fuere, le teme y practica la justicia.


La Iglesia, mientras tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samar a, se edificaba y caminaba en el temor del Se or y crec a con la consolación del Esp ritu Santo.


Muy bien: por su incredulidad fueron desgajadas, mientras que tú estás firme por la fe. Pero no presumas tanto, sino más bien teme.


No hay temor de Dios ante sus ojos.


cómo te salió al encuentro en el camino y atacó por la espalda a todos los rezagados que iban en tu retaguardia, cuando tú estabas tan agotado y extenuado. ¡No tuvo temor de Dios!


y que nadie, en este asunto, ofenda o enga e a su hermano. Porque el vengador de todo esto es el Se or, como ya os lo dijimos de antemano y os lo atestiguamos.


As, pues, temed a Yahveh y servidle fielmente de corazón, pues habéis visto el grandioso prodigio que en medio de vosotros ha realizado.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite