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Juan 9:34 - Biblia Castilian 2003

34 Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 —¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Le contestaron ellos: 'No eres más que pecado desde tu nacimiento, ¿y pretendes darnos lecciones a nosotros?' Y lo expulsaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Respondieron y le dijeron: Por entero naciste tú en pecados, ¿y tú nos enseñas? Y lo echaron fuera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera.

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Juan 9:34
34 Referans Kwoze  

Dijeron ellos: '¡Qu tate de ah !'. Y a adieron: '¡Vino aqu como extranjero y ahora pretende erigirse en juez! Ahora te trataremos peor que a ellos'. Forcejearon violentamente con el hombre, con Lot, y se acercaron para romper la puerta.


A estas palabras del profeta respondió el rey: '¿Te hemos nombrado acaso consejero del rey? Acaba ya, si no quieres que te mate'. Pero el profeta concluyó diciendo: 'Sé que Dios ha resuelto destruirte por haber hecho eso y por no escuchar mi consejo'.


¿Quién sacará pureza de lo impuro? ¡Nadie!


¿Cómo será justo un hombre ante Dios? ¿Cómo será puro un nacido de mujer?


Pues yo reconozco mis delitos, mis pecados, me están siempre delante.


Le respondió el agresor: '¿Quién te ha constituido pr ncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas acaso matarme, como mataste al egipcio?'. Se asustó Moisés, pues se dijo: 'Ha corrido la noticia'.


Arroja al insolente y cesará la disputa; terminarán la discordia y el ultraje.


¿Has visto un hombre que se tiene por sabio? Más cabe esperar de un necio que de él.


Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.


Los que dicen: '¡Quédate ah, no te acerques a m que te santificar a!'. Éstos son humo que excita mi cólera, fuego que arde todo el d a.


Escuchad la palabra de Yahveh, los que tembláis a su palabra: dicen vuestros hermanos que os odian, que os rechazan por causa de mi nombre: ¡Muestre su gloria Yahveh y veamos vuestra alegr a! Pero ellos quedarán avergonzados.


Un doctor de la ley le dice entonces: 'Maestro, diciendo tales cosas, nos ofendes también a nosotros'.


Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado'.


Os aseguro que quien no recibe como un ni o el reino de Dios no entrará en él'.


Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien y cuando os excluyan, os insulten y proscriban vuestro nombre como maldito por causa del Hijo del hombre.


Todo lo que el Padre me da vendrá a m; y al que viene a m no lo echaré fuera.


Haced vosotros las obras de vuestro padre'. Ellos le dijeron: '¡Nosotros no somos hijos de prostitución! ¡Un solo Padre tenemos: Dios!'.


Sus disc pulos le preguntaron: ' Rabb, ¿quién pecó, para que éste naciera ciego: él o sus padres?'.


Esto dijeron sus padres, porque ten an miedo de los jud os; pues éstos hab an acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.


Se enteró Jesús de que lo hab an arrojado fuera y, al encontrarse con él, le preguntó: '¿Tú crees en el Hijo del hombre?'.


Oyeron esto algunos de los fariseos que estaban con él y le dijeron: '¿Es que también nosotros somos ciegos?'.


A los de fuera los juzgará Dios. Expulsad de entre vosotros al perverso.


Nosotros somos jud os de nacimiento, y no pecadores procedentes de gentiles.


entre los cuales también nosotros todos viv amos entonces según las tendencias de nuestra carne, realizando los deseos de la carne y de la mente, y éramos, por naturaleza, hijos de ira, exactamente como los otros...


De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presb teros. Revest os todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.


Por eso, cuando vaya le recordaré las cosas que hace cuando nos critica de mala manera. No contento con eso, ni siquiera recibe a los hermanos; y a los que lo intentan, se lo proh be y los arroja de la iglesia.


He mandado algún escrito a la iglesia; pero Diotrefes, que ambiciona el primer puesto entre ellos, no nos recibe.


y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, el nombre de la bestia o la cifra de su nombre.


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