Juan 6:56 - Biblia Castilian 2003

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, en m permanece, y yo en él.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁶ Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁶ El que mastica mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y Yo en él.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

Juan 6:56 Referans Kwoze

Salmos 90:1

Oración. De Moisés, hombre de Dios. Tú te has hecho, Se or, para nosotros el refugio por las generaciones.

Salmos 91:1

El que mora al abrigo del Alt simo y a la sombra del Omnipotente se aposenta,

Salmos 91:9

Para ti el Se or es un refugio y al Alt simo tienes por defensa.

Lamentaciones 3:24

Mi posesión es Yahveh, dice mi alma, por eso espero en Él.

Juan 14:20

Aquel d a, comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en m y yo en vosotros.'

Juan 14:23

Jesús le contestó: 'Si uno me ama, guardará mi palabra, mi Padre lo amará y vendremos a él para fijar morada en él.

Juan 6:55

Pues mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

2 Corintios 6:16

¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los dolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Efesios 3:17

para que Cristo habite, mediante la fe, en vuestro corazón y para que, arraigados y cimentados en el amor,

1 Juan 2:24

En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que desde el principio habéis o do. Si permanece en vosotros lo que habéis o do desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

1 Juan 3:24

El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Esp ritu que nos ha dado.

1 Juan 4:12

A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

Apocalipsis 3:20

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.