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Josué 10:12 - Biblia Castilian 2003

12 El d a en que Yahveh entregó a los amorreos en poder de los israelitas, aquel d a Josué habló a Yahveh diciendo en presencia de Israel: '¡Deténte, Sol, en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ayalón!'.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 El día que el Señor les dio a los israelitas la victoria sobre los amorreos, Josué oró al Señor delante de todo el pueblo de Israel y dijo: «Que el sol se detenga sobre Gabaón, y la luna, sobre el valle de Ajalón».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Ese día en que Yavé puso al Amorreo en las manos de los israelitas, Josué se volvió hacia Yavé y exclamó delante de todo Israel: '¡Detente, sol, sobre Gabaón! ¡Y tu luna, sobre el valle de Ayalón!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y el día que YHVH entregó a los amorreos ante los hijos de Israel, Josué habló a YHVH y dijo a vista de todo Israel: ¡Sol, detente en Gabaón, y tú, oh luna, en el valle de Ayalón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 El día en que Yahveh entregó a los amorreos en poder de los israelitas, aquel día Josué habló a Yahveh diciendo en presencia de Israel: '¡Deténte, Sol, en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ayalón!'.

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Josué 10:12
29 Referans Kwoze  

Abner, hijo de Ner, y los seguidores de Isbaal, hijo de Saúl, salieron de Majanáin hacia Gabaón.


Respondió Ezequ as: 'Cosa fácil es que la sombra avance diez grados. No; mejor es que la sombra retroceda diez grados'.


El profeta Isa as invocó a Yahveh, quien hizo que la sombra retrocediera los diez grados que ya hab a recorrido en el cuadrante de Ajaz.


Respondió Isa as: 'Ésta será para ti, de parte de Yahveh, la se al de que Yahveh cumplirá lo prometido: ¿quieres que la sombra avance diez grados o que retroceda diez grados?'.


Beriá y Sema eran los jefes de las casas paternas de los habitantes de Ayalón, que pusieron en fuga a los habitantes de Gat.


Zorá, Ayalón y Hebrón, todas ellas ciudades fortificadas de Judá y de Benjam n.


Da una orden al Sol, y éste no sale, y guarda bajo sello las estrellas.


alabadle, sol y luna, alabadle, estrellas luminosas,


Sin dichos ni discursos, sin que se oiga su voz,


Tuyo es el d a, lo mismo que la noche, tú fundaste luz y sol,


Porque como en el monte Peras n se alzará Yahveh, como en el valle de Gabaón se irritará, para hacer su acción, su extra a acción; para realizar su obra, su inaudita obra.


Mira: voy a hacer que retroceda diez grados la sombra del cuadrante, la que ha descendido ya en el cuadrante de Ajaz, al sol'. Y el sol retrocedió en el cuadrante los diez grados que hab a descendido.


No se pondrá más tu sol, ni tu luna menguará; pues Yahveh será para ti luz eterna, y acabarán tus d as de luto.


En este mismo a o, al principio del reinado de Sedec as, el a o cuarto en el quinto mes, el profeta Janan as, hijo de Azur, de Gabaón, me habló en el templo de Yahveh en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo diciéndome:


Y esto, a pesar de que yo exterminé al amorreo ante ellos, tan alto como los cedros tan recio como los robles; yo destru su fruto por arriba y sus ra ces por abajo.


Sucederá en aquel d a - oráculo del Se or Yahveh - que ocultaré el sol al mediod a, y en pleno d a oscureceré la tierra.


En cambio, Yahveh está en su santo templo. ¡Enmudezca ante él toda la tierra!


la luna se queda en su morada: huyen al resplandor de tus flechas, al deslumbrante fulgor de tu lanza.


Aqu estoy yo para alzar mi mano contra ellas, para que sean el bot n de sus mismos esclavos. As sabréis que Yahveh Sebaot me ha enviado.


yéndose a servir a otros dioses y a postrarse ante ellos, ante el sol, ante la luna o ante todo el ejército del cielo, cosa que yo no he mandado;


Y cuando levantes tus ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, no te dejes seducir ni te postres para rendirles culto y servirles. Yahveh, tu Dios, los ha repartido entre todos los pueblos bajo el cielo;


Y se detuvo el Sol, y se paró la Luna, hasta que el pueblo se hubo vengado de sus enemigos. ¿Acaso no está escrito esto en el Libro del Justo? Y paróse el Sol en medio del cielo, sin darse prisa en ponerse casi un d a entero.


Ayalón y Gat Rimón con sus pastizales: cuatro ciudades.


Murió Elón, de Zabulón, y fue sepultado en Ayalón, en tierra de Zabulón.


Desde los cielos combatieron las estrellas, desde sus órbitas combatieron contra S sara.


Samuel invocó a Yahveh, y Yahveh envió aquel d a truenos y lluvia; por lo que todo el pueblo sintió gran temor delante de Yahveh y de Samuel.


Aquel d a los filisteos fueron batidos desde Micmás hasta Ayalón, pero la gente se sent a sobremanera desfallecida.


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