Job 2:5 - Biblia Castilian 2003

⁵ Prueba a extender tu mano y tocar sus huesos y su carne. ¡Ya verás cómo te maldice ante tu propia cara!'. Dijo Yahveh a Satán:

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Así que extiende tu mano y quítale la salud, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne; verás si no te maldice en tu propia cara.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Pero extiende ahora tu mano y toca sus huesos y su carne, y verás cómo te maldice° en tu propio Rostro.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Prueba a extender tu mano y tocar sus huesos y su carne. ¡Ya verás cómo te maldice ante tu propia cara!'. Dijo Yahveh a Satán:

Job 2:5 Referans Kwoze

1 Crónicas 21:17

Y David dijo a Dios: 'Yo, yo fui quien pecó; fui yo quien delinquió. Pero este reba o ¿qué ha hecho? ¡Yahveh, Dios m o, descarga tu mano sobre m y sobre la casa de mi padre, pero no haya mortandad en tu pueblo!'.

Job 1:11

Pero prueba a extender tu mano y tocar su hacienda. ¡Ya verás cómo te maldice en tu propia cara!'.

Job 1:12

Dijo Yahveh a Satán: 'De acuerdo: puedes disponer de todos sus bienes. Pero a él no le toques'. Y Satán se alejó de Yahveh.

Job 1:5

Una vez terminados los d as de banquete, Job los hac a venir para purificarlos y, levantándose muy de ma ana, ofrec a un holocausto por cada uno de ellos, pues se dec a para s: 'Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón'. As hac a Job constantemente.

Job 2:4

Satán respondió a Yahveh: '¡Piel por piel! El hombre es capaz de darlo todo con tal de salvar su vida.

Job 2:6

'De acuerdo: puedes disponer de él. Pero respeta su vida'.

Job 2:9

Le dijo su mujer: '¿Todav a sigues empe ado en tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!'.

Salmos 39:10

Yo me callo, no quiero abrir mi boca, pues eres tú quien obra.

Isaías 65:3

un pueblo que me ofende constantemente en mi propia cara, que sacrifican en los jardines, y queman incienso sobre los ladrillos,

Isaías 8:21

Pasará alguien oprimido y hambriento; el hambre le irritará y maldecirá a su rey y a su Dios. Volverá su rostro hacia arriba,

Levítico 24:11

El hijo de la mujer israelita blasfemó y maldijo el Nombre y lo llevaron a presencia de Moisés. El nombre de su madre era Selomit, hija de Dibr, de la tribu de Dan.

Levítico 24:15

Y dirás a los israelitas: quienquiera que maldiga a su Dios, llevará el peso de su pecado.

Apocalipsis 12:10

Y o una gran voz en el cielo que dec a: 'Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y el imperio de su Cristo. Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que d a y noche los acusaba ante nuestro Dios.