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Job 10:7 - Biblia Castilian 2003

7 bien sabes que no soy culpable y que nadie puede librarme de tu mano.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Aunque tú sabes que no soy impío, Y que no hay quien de tu mano me libre?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Aunque sabes que no soy culpable, no hay quien me rescate de tus manos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Sabes muy bien que yo no soy culpable y que nadie puede librarme de tu mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 A sabiendas de que no soy culpable, Y que no hay quien libre de tu mano?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 bien sabes que no soy culpable y que nadie puede librarme de tu mano.

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Job 10:7
35 Referans Kwoze  

Si soy culpable, ¡pobre de m ! Y si soy justo, no levantaré la cabeza, lleno de miseria y colmado de pesares.


Tú has dicho: Pura es mi conducta; limpio estoy en tu presencia.


Mirad: pretendo entablar un proceso, convencido de que tengo razón.


Mas él conoce todos mis pasos; que me pruebe en el crisol, y saldré como oro puro.


A sus huellas se ha ajustado mi pie, he seguido su camino sin desviarme,


Se ve golpeado sin compasión, intenta evitar la mano que lo hiere.


¿qué haré cuando Dios se levante? ¿Qué responderé cuando me pida cuentas?


¡Oh, si hubiera alguien que me escuchase! Termino. Que Sadday me responda. Y el libelo escrito por mi adversario,


¡Péseme él en justa balanza; Dios conocerá mi inocencia!


Aquellos tres hombres dejaron de responder a Job porque lo consideraron justo.


Limpio estoy, sin pecado, no tengo mancha ni culpa;


¿Vas acaso a anular mi sentencia? ¿Vas a condenarme por salirte con la tuya?


Después que Yahveh dijo a Job estas palabras, se dirigió a Elifaz de Temán: 'Se ha encendido mi cólera contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado rectamente de m, como mi siervo Job.


Si saquea, ¿quién se lo impedirá? ¿Quién osará decirle: 'Qué haces?'.


Pero ¿soy inocente? Yo mismo lo ignoro. ¡Desprecio mi vida!


¡Todo es igual! Por eso digo: él hace perecer al justo y al culpable.


pues conoce el Se or el camino del justo, mientras va a la perdición la senda del imp o.


Si exploras mi interior, si me visitas en la noche, o si quieres probarme en el crisol, nada habrás de encontrar: la iniquidad no pasa por mi boca.


Comprended esto bien, los que olvidáis a Dios, no me ponga a destrozar, y no haya quien que salve.


No desgarren mi vida, cual león: destroza y no hay quien salve.


y también desde hoy soy el mismo. No hay quien salve de mi mano: lo haré, y ¿quién lo cambiará?


¿Estáis ahora dispuestos, en el momento en que oigáis el sonido de la trompeta, de la flauta, de la c tara, de la sambuca, del salterio, de la cornamusa y de toda suerte de instrumentos de música, a postraros para adorar la estatua que hice? Porque, si no la adoráis, seréis arrojados al instante a un horno de fuego ardiente. ¿Y quién es el dios que podr a libraros de mis manos?'.


Pero ella no reconoció que era yo quien le daba el trigo, el mosto y el aceite, y quien le prodigaba la plata y el oro con que ellos fabricaban sus baales.


Pues yo soy como león para Efra n, y como cachorro de león para la casa de Judá. Yo, yo mismo desgarraré y me iré con la presa, me la llevaré y no habrá quien la libere.


Por tercera vez le pregunta: 'Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?'. Pedro sintió pena cuando Jesús le dijo por tercera vez '¿me quieres?' y le respondió: 'Se or, tú lo sabes todo, tú conoces bien que te quiero'. D cele Jesús: 'Apacienta mis ovejas.


Mi orgullo se basa en el testimonio de nuestra conciencia de que hemos actuado en el mundo, y especialmente con vosotros, con la simplicidad y honradez de Dios, [y] no con sabidur a carnal, sino con la gracia de Dios.


Ved, pues, ahora que yo, yo soy, y que no hay otro dios a mi lado. Yo doy muerte y doy vida, yo hiero y yo curo, no hay quien libre de mi mano.


Vosotros sois testigos - y el mismo Dios lo es - de cuán religiosa, recta e irreprochable fue nuestra conducta para con vosotros, los creyentes.


'El Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien y también Israel debe saberlo: si ha habido rebelión o infidelidad contra Yahveh, que él se niegue hoy a prestarnos auxilio.


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