Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jeremías 7:23 - Biblia Castilian 2003

23 sino que sólo les impuse este precepto: 'Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo y andad por el camino que os se ale para que os vaya bien'.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Esto les dije: “Obedézcanme, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. ¡Hagan todo lo que les diga y les irá bien!”.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Lo que les mandé, más bien, fue esto: 'Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Caminen por el camino que les indiqué para que siempre les vaya bien.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Sino que les mandé, diciendo: Escuchad mi voz y Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo;° andad en todo el camino que os he ordenado para que os vaya bien.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 sino que sólo les impuse este precepto: 'Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo y andad por el camino que os señale para que os vaya bien'.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 7:23
38 Referans Kwoze  

Si ellos escuchan y son dóciles, acaban sus d as con felicidad y sus a os llenos de dicha.


que no incurren en maldad y se gu an por sus sendas.


Grandes cosas has hecho tú, Se or y mi Dios: tus portentos y designios con nosotros -¡no hay a ti semejante! -, si quisiera decirlos y narrarlos, exceder an toda cuenta.


Entonces los arrojé en su propia obstinación, que caminaran según sus caprichos.


Y dijo: 'Si escuchas de veras la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos; si prestas o do a sus mandatos y si guardas todas sus leyes, no te enviaré ninguna de las enfermedades con que he afligido a Egipto, porque yo soy Yahveh, el que te sana'.


Dijo Moisés: 'Esto es lo que ha ordenado Yahveh: que llenéis un ómer y lo conservéis, para que vuestros descendientes vean el pan con que yo os alimenté en el desierto, cuando os saqué del pa s de Egipto'.


Decid del justo que será feliz, pues comerá del fruto de sus obras.


que impuse a vuestros padres el d a en que los saqué del pa s de Egipto, el horno de hierro, cuando les dije: 'Escuchad mi palabra y cumplid estas cosas de acuerdo con todo lo que os ordeno, y as vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios,


Pues yo, con tiempo e insistentemente, amonesté a vuestros padres, desde el d a en que los saqué del pa s de Egipto hasta hoy, en estos términos: escuchad mi voz'.


Pues como el cinturón se adapta a la cintura del hombre, as yo hab a hecho que se adaptara a m toda la casa de Israel y toda la casa de Judá - oráculo de Yahveh -, para que fueran mi pueblo, mi renombre, mi alabanza y mi adorno; pero no me escucharon'.


Te hablé cuando viv as tranquila. Dijiste: 'No quiero o r'. Éste es tu proceder desde tu juventud: nunca has escuchado mi voz.


As dice Yahveh: practicad el derecho y la justicia, liberad al oprimido de la mano del opresor, no molestéis ni oprimáis al forastero, al huérfano ni a la viuda, y no derraméis sangre inocente en este lugar.


y les daré un corazón para conocerme, porque yo soy Yahveh: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues se convertirán a m con todo su corazón'.


Ésta será la alianza que sellaré con la casa de Israel, después de aquellos d as - oráculo de Yahveh -: Pongo mi ley en su interior y la escribo en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


Ellos vinieron y lo ocuparon, pero no escucharon tu voz, no caminaron según tu ley ni hicieron nada de cuanto les hab as mandado hacer, y as convocaste contra ellos toda esta desgracia.


'No te entregarán - replicó Jerem as -. Escucha, pues, la voz de Yahveh en lo que te digo, y te irá bien y as salvarás tu vida.


Tanto si es buena como si es mala la voz de Yahveh, nuestro Dios, a quien te remitimos, queremos escucharla, para que nos vaya bien si escuchamos la voz de Yahveh, nuestro Dios'.


No escuchó la voz, no aceptó la corrección; no conf o en Yahveh, no se acercó a su Dios.


Los que están lejos vendrán a trabajar en la construcción del templo de Yahveh; as sabréis que Yahveh Sebaot me ha enviado a vosotros. As sucederá si verdaderamente escucháis la palabra de Yahveh, vuestro Dios'.


¿No son éstas las palabras que proclamó Yahveh por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, con sus ciudades de alrededor, y el Negueb y la Sefelá estaban habitados?


pero manifestado ahora, por medio de los escritos proféticos, según disposición del eterno Dios, y dado a conocer a todos los gentiles, para que obedezcan a la fe,


y toda altivez que se alza contra el conocimiento de Dios; apresamos todo pensamiento para someterlo a Cristo,


bendición, si escucháis los mandamientos de Yahveh, vuestro Dios, que yo os prescribo hoy;


no escucharás las palabras de ese profeta o de ese visionario en sue os, pues Yahveh, vuestro Dios os querrá probar para saber si amáis a Yahveh, vuestro Dios, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.


Caminaréis en pos de Yahveh, vuestro Dios, y a él temeréis; guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz; le serviréis y os allegaréis a él.


y te conviertes a Yahveh, tu Dios y escuchas su voz en todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,


amando a Yahveh, tu Dios, escuchando su voz y allegándote a él, porque en eso está tu vida y la prolongación de tus d as, para que habites sobre la tierra que Yahveh juró dar a tus padres, a Abrahán, a Isaac y a Jacob'.


Volverás a escuchar la voz de Yahveh y cumplirás todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy.


El d a en que estuviste ante Yahveh, tu Dios, en el Horeb, me dijo Yahveh: 'Congrégame al pueblo para que oiga mis palabras, a fin de que aprendan por ellas a tenerme temor todos los d as de su vida sobre la tierra y se las ense en a sus hijos'.


Guardarás, pues, sus preceptos y sus mandamientos, que hoy yo te prescribo, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y para que se alarguen los d as de tu permanencia sobre el suelo que Yahveh, tu Dios, te da para siempre.


Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha ordenado Yahveh, tu Dios, para que se prolonguen tus d as y seas feliz en el suelo que Yahveh, tu Dios, te da.


¡Ojalá que su corazón estuviera siempre dispuesto a temerme y a guardar todos mis mandamientos, a fin de que fuesen eternamente felices, ellos y sus hijos!


Seguid en todo el camino que Yahveh, vuestro Dios, os ha se alado, para que viváis y seáis felices y prolonguéis vuestros d as en la tierra que vais a ocupar.


Escucha, Israel y pon en práctica lo que te hará feliz y te multiplicará abundantemente en la tierra que mana leche y miel, como te dijo Yahveh, el Dios de tus padres.


y llevado a la consumación, se convirtió, para los que le obedecen, en causa de salvación eterna,


Pero Samuel replicó: '¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y en los sacrificios tanto como en la obediencia a la voz de Yahveh? Mira: la obediencia es mejor que el sacrificio, y la docilidad mejor que el sebo de carneros.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite